Pupi Avati habla de sus films
El film "El corazón en otra parte" iba a cerrar el último Festival de Mar del Plata. Su autor, el realizador italiano Pupi Avati, debía asistir a su presentación, pero no llegó. "Estuve encerrado en el avión cinco horas por la niebla que había en el aeropuerto de Fiumicino -explica ahora el cineasta-. Al final, me volví a casa. A la Argentina viajaron mis valijas." La voz de Avati suena opaca cuando, desde Roma y a través del teléfono, expresa su desconsuelo: "Hace años que quería viajar a ese país; me siento frustrado".
Ya desde antes, el infortunado desencuentro de Avati con la Argentina también alcanzaba a sus films, que nunca tuvieron aquí distribución comercial regular (salvo unas esporádicas exhibiciones, en 1991, en el Atlas Recoleta, entonces afectado a ciclos de cine italiano). Estos días, sin embargo, el realizador tendrá una momentánea compensación merced a una programación de Cinemateca Argentina y el Instituto Italiano de Cultura, que desplegará una importante retrospectiva con diez films de su producción en la sala Lugones, desde hoy.
La filmografía de Pupi Avati (Bolonia, 1938) incluye 30 títulos, si se cuenta desde sus primeros intentos ("¡dos grandes fracasos!", dice de ellos su autor), de 1968 y 1969, "Balsamus" y "Thomas", hasta su reciente "La revancha de Navidad" ("La rivincita di Natale"), estrenada hace tres meses en 220 salas de Italia. Esta película es una asombrosa continuación de "Regalo de Navidad", un film que conocimos en la "Mostra" de Venecia de 1986, en el que unos adictos al póquer se jugaban la Nochebuena en un desafío por mucha plata y que, con sensible retraso, ahora se verá en Buenos Aires. Junto con la canadiense "Las invasiones bárbaras", "La rivincita di Natale" es uno de los pocos films de la historia del cine que retoman los mismos personajes y los mismos hilos de una trama planteada en otra película, en este caso 18 años antes.
Más allá de su infatigable insistencia en desafiar los riesgos del set y los desaires del mercado (en sociedad con su hermano Antonio) durante 35 años, Pupi Avati dirige hoy el funcionamiento de Cinecittà Holding, acaso su primera "actuación" en el rol de funcionario. Hasta aquí, su figura -que, por lo demás, ostenta kilos, barba y canas de tío bonachón- venía siendo asociada en la cinematografía peninsular con una cierta estética realista en cuadros de provincia no exentos de mezquindades, en la sencillez cotidiana o en la medianía de oscuras existencias sacudidas por alguna sorpresa final.
"Después de aquellos dos grandes fracasos filmados en mi Bolonia me vine a Roma y estuve cuatro años desocupado -cuenta el realizador-, hasta que en 1973 Ugo Tognazzi, que entonces era una gran «starª, leyó un guión mío y decidió hacer el film conmigo gratuitamente. Fue «La mazurca del baroneª, que obtuvo un gran éxito, y así, desde 1973 hasta hoy, no paré de trabajar." No con todas las películas, sin embargo, le fue bien; la penúltima, "El corazón en otra parte", con la presencia de Giancarlo Giannini y Sandra Milo, fue exitosa, pero Avati venía de filmar "I cavaliere che fecero l´impresa", una historia medieval de gran presupuesto que, no obstante, decepcionó en las recaudaciones.
"Sufrí mucho con este traspié -confiesa el director- porque había invertido dos años de trabajo y aposté con un cast internacional. Me desmoralicé, a tal punto de pensar que dejaría de hacer cine. Después escribí la pequeña historia de «El corazón en otra parteª con los recuerdos de algo que nos contaba nuestra madre sobre un lugar fuera de Bolonia, donde las monjas organizaban bailes, los domingos a la tarde, para que los hombres bailaran con muchachas ciegas. Me intrigaba: qué clase de hombres eran ésos que iban a bailar con ciegas... Resultó una historia de amor, grotesca y sentimental, que tuvo mucho éxito en Italia y se vendió a 28 países, incluidos los Estados Unidos y toda América latina. Me está resarciendo de las amarguras de la anterior."
No es la primera vez que la repercusión internacional corona un emprendimiento de Avati. En 1990 acometió una empresa casi imposible: el rescate de la figura del gran trompetista neoyorquino Bix Beiderbecke a través de un film biográfico que debía rodarse necesariamente en los Estados Unidos. Así nació "Bix" ("Bix, un´ipotesi leggendaria"), una admirable reconstrucción que recorrió los festivales del mundo y que los porteños verán en la retrospectiva de la Lugones. "Me dio gran placer hacer «Bixª -rememora Avati- porque de chico yo fui músico de jazz, mi gran pasión. Poder ir a los Estados Unidos y rodar el film en la casa donde Bix Beiderbecke había nacido y vivido (la restauramos y se convirtió en nuestra casa) fue un momento de gloria para nosotros, italianos."
El jazz se reinstala en la atención de Avati para su próximo film, "¿Y cuándo llegan las chicas?" ("Ma quando arrivano le ragazze?"), cuyo rodaje se iniciará dentro de unos días. "Es la historia de dos chicos amigos -anticipa el realizador- que tienen un grupo de jazz, pero moderno, y en Italia. A través de esa amistad se expone la gran diferencia que existe entre pasión y talento: uno de los dos es apasionado por el jazz, pero el otro, además, es un gran instrumentista y, cuando triunfa como tal, la amistad cambia. Es muy cercano a mi propia experiencia, la de un músico con gran pasión, pero con poco talento."
Muy distinta ha de ser, ahora, su experiencia como directivo de Cinecittà, donde las cosas marchan bien. "El pasado fue un año extraordinario, con la puesta en marcha de iniciativas que ocuparán a Cinecittà en los próximos cinco años. Nuestro proyecto, desde el principio, apuntaba a que el cine italiano tuviera promoción, pero menos en el financiamiento de rodajes y más en el impulso a la distribución en las salas. En Italia es terrible que cada año haya 30 películas terminadas que no logran estrenarse."
Otro plan contempla el incentivo de las producciones extranjeras en Italia, una práctica que tuvo su auge en la posguerra ("Quo vadis?" o "Ben Hur"). Se sabe que en los últimos meses en Cinecittà filmaron Al Pacino, Abel Ferrara y Steven Soderbergh, así como algunas secuencias de la polémica "Pasión..." de Mel Gibson. "Ahora hemos reactivado las «film commissionsª -apunta Avati-, para que las producciones extranjeras dispongan de locaciones, hoteles, servicios técnicos, extras y todo lo imaginable que converge en un rodaje. Además, sigue la actividad en nuestros predios de Roma; en este momento encuentran ocupados por la HBO americana, que filma allí «Imperiumª, una serie de episodios sobre la Roma imperial, con varios directores."
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