Tarzán, El Diablo y otros en una guía telefónica

MADRID.- Hay un pueblo en España donde los diálogos telefónicos empiezan más o menos así:

-Hola, ¿está el Borrico?

-¿Quién lo busca?

-El Tarzán.

El diálogo podrá parecer entre humorístico y surrealista, pero es algo muy natural en el pueblo español de Villanueva del Trabuco, donde la gran mayoría de algo más de 5000 habitantes utiliza apodos.

Encima, muchos sólo se conocen por el sobrenombre, que casi siempre llega heredado. Así, a Gregorio Enamorado, de 63 años, lo llaman igual que a su abuelo y a su padre, El Goro. El hombre, experto conocedor del padrón municipal por trabajar durante más de cuatro décadas en la Intendencia local, se dio cuenta de que a muchos de sus vecinos les costaba encontrar datos en la guía telefónica de Andalucía, la comunidad autónoma a la que pertenece el pueblo, a unos 50 kilómetros de Málaga.

"Yo veía que las personas mayores tenían dificultad para consultar ese tocho de 800 páginas", explica El Goro, y agrega que el problema tenía tanto que ver con el mínimo tamaño de las letras como con ubicar a sus vecinos por el nombre verdadero. Entonces se le ocurrió hacer un listín telefónico local con el sobrenombre de cada uno.

Inquieto y memorioso, El Goro ya había publicado dos libros sobre Villanueva del Trabuco: uno con su historia, personajes y curiosidades, y otro con la historia de cada calle, donde identificaba por los apodos a los que vivían en cada una. Así, puso manos a la obra y empezó a recorrer las calles del pueblo y a hacer innumerables llamadas para pedir autorización a cada uno para ser incluido en la guía con nombre verdadero, número de teléfono y, claro, apodo.

"Hubo algunos que se comunicaron conmigo y me pidieron que los pusiera aunque fuera con el número de celular", cuenta. Así, 1416 trabuqueños ocupan casi 30 páginas de la Guía de Teléfonos por Apodos y Apellidos de Villanueva del Trabuco, un pueblo con un nombre que también tiene su historia, o mejor dicho su leyenda: cuando el pueblo todavía era más una feria que un caserío, un comerciante que solía pasar por allí fue atacado por unos asaltantes que, además de robarle todo, le pegaron una brutal paliza. El hombre siguió asistiendo a la feria con su mercadería, pero acompañado de un arma de fuego. Y empezaron a identificarlo: "Ahí viene el tío del trabuco". Por eso, al fundar una villa nueva en ese sitio... se llamó Villanueva del Trabuco, justamente.

Hoy, el listado de sus habitantes condensado en esa peculiar guía telefónica es lo que promete, un curioso desfile.

Así, se sabe que El Tarzán, por ejemplo, es "muy corpulento y muy noble". Y que un vecino llamado El Demonio heredó el mote de su padre, que se lo ganó en tiempos en los que las fiestas no eran muy comunes... y él se colaba en ellas saltando los muros.

Otros apodos están sugeridos directamente por la ocupación, como Elvira la de la Cera (depiladora), El de los Pollos, La de Chicharrones (vendedores) y Buscavías (buscavidas). Tampoco pasan inadvertidos El Pregunta (hombre muy inquisidor), Rafael Pregunta (el hijo de El Pregunta), Anacleto el Borrico, El Chinches, Sartenes, Juani Boina y El de la Manga.

Editado con letra bien grande y con una tirada de 2000 ejemplares, cuesta 2 euros, poco más que un café.

Por Por Luis Ini <br/> Especial para LA NACION

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