Pinti y Butera: como madre e hija

Una enorme lata de aerosol, pintada de colores brillantes y ubicada en el centro del escenario, se abre y de su interior sale Enrique Pinti... vestido de mujer. Inmediatamente se une al resto del elenco en un baile con mucho movimiento de caderas. Cualquiera diría que hacer ese número es un trabajo agotador, pero el actor y comediante confesará más tarde que actuar en Hairspray , que se estrena el miércoles próximo, es como tomarse unas vacaciones.

Aunque no niega el esfuerzo que se necesita para actuar en un musical, para Pinti no tener que estar todo el tiempo en el escenario, monologando a la velocidad de la luz, como suele hacer en sus espectáculos, implica un descanso. Así lo afirma, un rato después de haber terminado el ensayo, al sentarse en la platea del teatro Astral para conversar con LA NACION.

"Edna es un personaje querible, amoroso y encantador que tiene su escena en el primer acto, su escena en el segundo y su gran final con vestido de gala", dice el actor. Por supuesto que hacer de una tímida ama de casa, madre de una regordeta estrella de la televisión juvenil, requiere cierto esfuerzo. De hecho, Pinti tuvo algunas dudas de embarcarse en esta aventura. "Cuando vi la obra me gustó pero no me animaba a hacerla. Tenía miedo de que la gente no se lo creyera y dijera «Ahí está Pinti, haciéndose el boludo de nuevo». Pero después pensé que podía hacer algo diferente, que me podía divertir y no tener que estar todo el tiempo sobre el escenario".

Después de ver las interpretaciones de Edna, de Harvey Fierstein y George Wendt, en Broadway, de Michael Ball, en Londres y de Divine y Travolta, en las versiones cinematográficas, Pinti decidió que su Edna tenía que tener una vuelta de tuerca. "Hay un común denominador en todos, más allá de las diferencias: la Edna que hacen es lela. Eso les va bien al humor británico y anglosajón. A mi Edna la quise emparentar con las características del cine argentino de los años 40 y 50. Benita Puértolas, Olinda Bozán esas gordas acomplejadas, tiernas, pero al mismo tiempo mandonas y sargentonas".

Para entrar en este mundo femenino, Pinti recurrió a modelos de mujeres cercanas. "Me sirvió mucho recordar a mi madre y a mis tías para entrar en este universo de la plancha, el complejo, la postergación y, al mismo tiempo, el «acá mando yo»".

Además de hacer una Edna distinta, el actor sentía que debía hacer una transformación para que el público vea al personaje y no al Pinti de siempre, pero disfrazado de mujer. "Después de tantos años, no sólo de carrera sino de vida, es muy difícil que la gente no me vea. Soy el tipo de actor que siempre pone su personalidad en sus trabajos. También me encanta ser camaleónico pero para eso necesito un personaje que sea completamente opuesto a mí y Edna no lo es".

Mientras Pinti habla sobre la obra y su personaje, se une a la conversación Vanesa Butera, ganadora del reality show Yo quiero ser la protagonista de Hairspray y quien interpreta a Tracy. La joven actriz asiente a todo lo que dice el veterano actor y enseguida se trasluce una química muy particular entre quienes hacen de madre e hija en el musical. A cada pregunta, ambos responden completándose las frases.

Butera: -Una de las primeras cosas que me dijo Enrique cuando me eligieron fue "que nos vamos a divertir, nos vamos a divertir". Estamos ensayando hace dos meses y medio y todavía nunca lo vi de mal humor

Pinti: -Y no me vas a ver

Butera: -Si yo estoy un poco pinchadita, sólo estar con él en el escenario me pone de buen humor Las escenas que comparto con Enrique son como una clase de teatro.

Pinti: -Y también de chiste. Porque cuando estamos atrás tenemos el micrófono puesto y si decimos algo que tiene que ver con el personaje, todo mal, y si decimos algo que no tiene nada que ver, también. Así que en los ensayos, decimos cualquier estupidez y las agotamos en dos meses y medio.

Butera: -...Y después ya no tenemos más ganas.

Pinti: -Esas son las pequeñas enseñanzas que uno tiene por el oficio.

Butera: -Sí, claro. ¡Lo que estoy aprendiendo de Enrique! El tipo viene y hace todo, sin marcar nada.

Pinti: -Nada, ni las papas fritas marco.

Butera: -Es el ensayo y él lo hace como si fuera una función. Yo me siento y pienso: "Ahí está, aprendé".

Pinti: - (con orgullo) Es una maravilla porque no le cuesta nada hacerlo. Ella aprende enseguida porque, evidentemente, tiene una formación de la casa y de estudio de teatro que va para ese lado. Hay gente que trabajó conmigo y no le pude meter nada en la cabeza. Yo no le puedo decir no marques, porque no soy el director. Pero al mostrar lo que uno hace

Butera: - uno aprende.

Actor y actriz cuentan que se divierten mucho en los ensayos. Pero antes de empezar a ensayar, Butera no sabía cómo iban a resultar las cosas y se sentía un poco intimidada.

Butera: -Leí el libro y tenía mucho miedo de las escenas que tenía con él. Pero después charlamos dos veces y fue como estar en casa. No hay persona más cálida que Enrique.

Pinti: -Nos conocimos en el programa en el que quedaron las tres finalistas. Y a las tres les dije: "No sé cómo va a salir pero nos vamos a cagar de risa". Enseguida se aflojaron. Sobre todo, el hecho de mostrarles que uno se equivoca, hace que sea más fácil comunicarse con los demás. Porque si vos llegás y sos "Pepe Perfecto"... pero, gracias a Dios, yo soy un pelotudo. También si uno hace cualquier cosa, se convierte en un mal ejemplo.

Madre e hija. Veterano y debutante. Pinti y Butera parecen estar felices con los roles que les han tocado, tanto en el escenario como fuera de él.