Gerónimo Rauch: Conquistador de España
Es una de las figuras de mayor renombre del musical de ese país y ganó un importante premio por su trabajo en Los miserables
MADRID.– La capital española cuenta con la maravillosa ventaja de tener muchas publicaciones de teatro (y muy buenas). Todas ellas, sin excepción, contienen por lo menos una foto de Gerónimo Rauch. La mayoría, ofrece una entrevista y en ellas, el actor y cantante argentino habla de Los miserables, obra que protagoniza y por la que fue premiado, y de Poker de voces, un show que lleva a cabo con otros tres protagonistas de musicales. Recientemente ganó el Premio del Teatro Musical, que se otorga en Madrid, en el rubro Mejor Actor Protagónico, y luego de su participación en el concierto aniversario de Los miserables, en Londres, ya tuvo conversaciones con productores y colegas suyos, que ya lo consideran uno de los mejores Jean Valjean.
La historia es ya conocida. Los productores de Stage Entertainment vieron un video suyo en YouTube y lo llamaron inmediatamente para el protagónico de Jesucristo superstar . Le siguió Chicago y ahora, Los miserables , en Madrid, a punto de mudarse a Barcelona. Pero su crecimiento parece no tener límites, ya que está por iniciarse también como productor.
La versión de Los miserables que actualmente sube a escena en el teatro Lope de Vega, de Madrid, es totalmente distinta de la que se vio años atrás tanto en esa ciudad como en Buenos Aires. Cabe recordar que la obra de Alan Boublil y Claude-Michel Schönberg se estrenó en el West End londinense el 8 de octubre de 1985 y aún hoy permanece en cartel. Se dice que ya fue vista por más de 56 millones de espectadores en todo el mundo. Pero su productor, Cameron Mackintosh, decidió celebrar el 25° aniversario de este musical con una renovada puesta en escena. Se incorporaron nuevas escenografías y decorados, inspirados en las pinturas originales de Víctor Hugo, a un montaje más espectacular ideado por Laurence Connor y James Powell.
Esta versión española es la segunda en el mundo de este nuevo montaje que impacta con artilugios escénicos, sí, pero sin que éstos resten teatralidad o se antepongan a los valores artísticos de la obra ideada por Boublil y Schönberg.
Conmovedor
Impacta desde el comienzo, no sólo por ese coro inmenso y esa partitura insuperable de Schönberg, sino también por esa textura que le dan las ilustraciones de Víctor Hugo, incorporadas al montaje en proyecciones inmensas. A su vez, la escenografía no sorprende sólo en la escena de la barricada, como ocurría originalmente, sino también al reproducir los diferentes ámbitos, como las callejuelas de París, la fábrica, la batalla y las alcantarillas. Por allí se mueve un elenco bastante homogéneo en el que sobresale notoriamente el plantel masculino.
Más argentinos se incluyen en las filas de esta gran producción. Silvia Luchetti interpreta varios papeles y Guido Balzaretti encarna a Marius, uno de los roles protagónicos. Jovencísimo (como se lo vio aquí en Despertar de primavera ), sobrelleva con soltura ese difícil personaje. Del mismo modo, son destacables los trabajos de Dani Diges, Paco Arrojo, Enrique del Portal y Eva Diago. Talía del Val, Lidia Fairen y Virginia Carmona -como Cosette, Eponine y Fantine, respectivamente-, ganan en lo vocal, pero no tanto en lo interpretativo.
Sin duda, Gerónimo Rauch, como Valjean, y Nacho Vidal, como su eterno perseguidor Javert, son los pilares de esta imponente propuesta.
Vidal tiene una autoridad escénica impactante. Imposible que pase desapercibido. Y a sus momentos fuertes, se le agrega la ventaja del gran efecto especial de este flamante montaje. Cuando Javert se suicida, se logra un efecto ilusorio que lo hace flotar en el aire, como si estuviera cayendo de frente.
Lo de Gerónimo Rauch es antológico. Verlo en escena es encontrar la respuesta de su éxito. Cualquiera que busque sus videos en YouTube podrá sentir cómo se le pone la piel de gallina ante distintos temas musicales que involucran lo interpretativo. Pero verlo como cabeza de compañía, timoneando una nave tan inmensa como Los miserables , provoca un gran placer. No sólo tiene una de cadencia única y tan potente como para hacer vibrar la sala. Rauch es un excelente actor que transita cómodo por las distintas edades de su Valjean a lo largo de todo el espectáculo. La caracterización es perfecta en su crepúsculo, pero él mismo realiza una transformación física y de voz que conmueven. Cuando interpreta "Sálvalo", uno de los momentos más dramáticos del espectáculo, la sala entera estalla en un aplauso estruendoso. El público español no es de lo más demostrativo a lo largo de la función, pero se desinhibe totalmente sobre el final. Así es como, cuando sale a saludar nuestro Rauch, todos saltan de sus asientos como si tuvieran resortes. Un orgullo.