Un papel en el viento: el encierro, la libertad y seres atrapados en lo hostil

★★★ Autor: Pacho O’Donnell. Intérpretes: Nicolás Amato García, Juan Manuel Correa, Pablo Flores Maini, Julieta Pérez, Emma Serna. Escenografía: Héctor Calmet. Vestuario: Paula Molina. Iluminación: Miguel Morales. Música: Sergio Vainikoff. Asistente de dirección: Christian de Miguel. Dirección: Daniel Marcove. Teatro: El Tinglado, Mario Bravo 948. Funciones: jueves, a las 20. Duración: 60 minutos.

Un nuevo texto del dramaturgo Pacho O’Donnell llega al escenario de El Tinglado. Esta vez el autor no apuesta a recuperar personajes históricos aunque su texto, escrito en tiempos de pandemia, recrea la realidad de cuatro criaturas a quienes el encierro deja en ellos unas marcas provocadas por una historia dolorosa, cuyas secuelas aun persisten.

Tres hombres, Bill, Diego y René y una mujer, Mónica, están atrapados en un ambiente sumamente hostil. No saben por qué están allí, quién controla sus actos y no ven posibilidades de escape. Sus memorias se mantienen activas porque han decidido numerar algunos recuerdos.

Los cuatro cargan con ciertas frustraciones profesionales que, dentro de ese espacio, los vuelven más vulnerables. Si bien en un comienzo la acción progresa lentamente, dado que no hay otra posibilidad dramática más que exponer las realidades individuales de esos protagonistas, en algún momento ese universo comienza a transformarse y la idea de una posible libertad hace que esos seres muestren otros costados de sus conductas.

Daniel Marcove imprime a su puesta una dinámica muy atractiva. Hace foco en cada uno de los personajes permitiéndoles cierto despliegue interpretativo que permite reconocerlos con mayor profundidad, sobre todo a la hora de observar sus contradicciones, miedos y aspiraciones. Extrañamente aquí la posibilidad de ser libre promueve un estado de alteración casi irreconocible. Un drama extremadamente sombrío que devela unas personalidades siempre imprevisibles.