Una obra que apela a los sentidos del espectador

Una amistad de muchos años, la de Agostina Luz López y Denise Groesman, sustentó la creación de Animal romántico, la singular obra estrenada hace unos días en el Teatro Sarmiento. Directora de Mi propia playa, La laguna y Los milagros, trabajos que circularon por Brasil, Suiza, Holanda e Inglaterra, López también publicó una sólida novela titulada Weiwei. Groesman, por su parte, viene desde hace más de diez años repartiendo el tiempo entre sus trabajos como actriz y sus exhibiciones de arte visual (La vida nos despoja de nosotros mismos, lo que queda es otra persona, Virtuoso círculo vicioso, Soy familia y Sí, soy siniestro). Animal romántico es el original resultado de una serie de reflexiones, ideas y pasajes de pura ficción disparados justamente por el material de esas muestras. "Yo visitaba el taller de Denise y veía sus trabajos, sobre todo los de pintura, terminados o en proceso. Y empecé a fascinarme con ese espacio repleto de imágenes, que terminó impulsándome a escribir esta obra, a inventar a algunos personajes que aparecen alrededor de ella, que es la protagonista. Mi objetivo primordial fue montar una ficción apoyada en un trabajo documental sobre la obra que Denise hizo entre 2006 y 2018".

El resultado de esa iniciativa es tan atípico como atrapante: una obra con una narrativa poco tradicional que, a medida que va avanzando, abre distintos afluentes temáticos, genera un poderoso ambiente de ensueño y termina con una informal invitación para los espectadores a subir a un escenario transformado de golpe en galería de arte y recorrer a gusto una muestra prolífica e inquietante integrada por pinturas e instalaciones.

"Cada trabajo de Denise terminó disparando escenas diferentes -explica López, formada con Nora Moseinco y Lola Arias-. El padre que interpreta Marcelo Subiotto, por ejemplo, conversa con las pinturas, como si tuvieran vida, y se fascina como un chico cuando entra a una carpa llena de juguetes que fue parte de una instalación que Denise montó en el Instituto Di Tella". En esta producción del Complejo Teatral de Buenos Aires trabajan, además, de Subiotto y Groesman, Rita Pauls y Rafael Federman.

No hay una historia lineal en Animal romántico, sino secuencias narrativas que se entrecruzan anárquicamente, sin seguir una lógica estricta, y sobrevuelan diferentes asuntos: la paternidad, el amor entre mujeres, los procesos creativos... "La obra se va deformando: empieza con una impronta teatral y se va despojando cada vez más de ese tono. Es un viaje al interior de la protagonista, una especie de heroína que va atravesando el laberinto de sus propias obras y que en ese recorrido se va transformando de niña a mujer", define la directora.

La pieza es también un golpe de timón respecto de la obra anterior de López: el foco está puesto, notablemente, en un complejo trabajo de puesta en escena -el experimentado Ariel Baccaro y Groesman se asociaron para delinear la escenografía, Ulises Conti compuso la música-, y el registro audiovisual en vivo también cumple un rol importante. Es una propuesta diferente a las de Mi propia playa (un texto narrativo llevado a escena) o La laguna (más apoyada en la dinámica de los diálogos).

"La idea del trabajo documental sobre la obra de Denise es la base. Cada escena de Animal romántico es como una muestra, y el escenario va mutando en función de esa lógica. Todo el equipo técnico tuvo que dialogar con la obra de Denise, eso fue muy interesante porque enriqueció el proceso y, a la vez, lo volvió algo incómodo, sobre todo por lo inusual. Pero también multiplicó la deformidad de la obra, su particularidad. No hay un conflicto que la estructure, es como si se fuera deshaciendo de a poco, a la manera de un sueño que se difumina".

Animal romántico

De Agostina Luz López.

De jueves a sábados, a las 21; los domingos, a las 20.

En el Teatro Sarmiento, Av. Sarmiento 2715.