Vacío, el musical de la pandemia
Vacío. Libro, letras y dirección: Diego Sebastián Oria. Música: Jorge Soldera. Elenco: Virginia Peroni, Emiliano Giannotti, Maribel Khazhal y Gustavo Viñes. Coreografía: Juan José Marco. Escenografía: Walter Valli. Maquillaje: Natasha-Niwes Make Up. Cascos unicornios: Miriam Manelli. Teatro: El Cultural San Martín, Sarmiento 1551. Funciones: Este sábado, a las 20. Duración: 60 minutos. NUESTRA OPINIÓN: Muy buena.
La acción se sitúa en 2050, en un mundo que ha sobrevivido a cinco pandemias pero que no sabe si soportará una sexta. Para eso se ha lanzado al espacio a la nave Covid 38, que tiene por objetivo dar con tierras libres de virus exterminadores que puedan albergar a la humanidad; y donde no se cobre por respirar, porque ahora, en la tierra, el aire tiene precio y sólo los ricos lo pueden pagar.
El tema, para el momento que estamos viviendo, no podría ser más aterrador. Pero como se trata de un espectáculo concebido por el talentosísimo Diego Sebastián Oria (La Parka, Alicia en Frikiland, De gira en la Farruka) el humor se impone y la travesía de los cuatro tripulantes rumbo a lo desconocido resulta una experiencia sumamente disfrutable.
A diferencia de los citados trabajos de Oria, con numerosos elencos, Vacío es un cabal ejemplo de musical de cámara, con un músico, cuatro intérpretes y un biombo y tres cubos por escenografía. Y no tiene nada que envidiarle a aquellos, puesto que aquí lo que sobresale es la maximización de los recursos; y la creatividad al servicio de cada uno de los rubros.
Tanto Virginia Peroni como Emiliano Giannotti, Maribel Khazhal y Gustavo Viñes descuellan actuando, cantando y bailando. Son dueños del exacto timing cómico que requieren sus criaturas, y logran, asimismo, atravesar la cuarta pared a la hora de emocionar al público. Lo del músico en escena (y autor de la música de las canciones) Jorge Soldera es directamente titánico: reemplaza a toda una orquesta con un teclado.
Para algunos, Vacío podrá resultar un musical críptico, o inacabado, pero si se recuerda que fue concebido sobre una realidad con futuro incierto, se entenderá mejor sus imprecisiones y su final abierto; en el que, de todos modos, se anticipa que (como ha sucedido a través de los tiempos) "lo que nos salvará es el amor".
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