Actores juveniles alejados del paraíso
"Paraíso rock", comedia dramática escrita por Claudio Lacelli. Con Laura Azcurra, Nazareno Casero, Ludovico Di Santo, Arturo Frutos, Florencia Otero, Germán Kraus, Natalia Lobo, Juan Palomino y elenco. Productor asociado: Ronnie Amendolara. Director artístico: Eduardo Gondell. Productor general: José Luis Massa. Una producción de Red Lojo para Canal 9, de lunes a viernes, a las 19.
Casi un año después del lanzamiento de aquel fallido catálogo de efectismos y artificios disfrazado de "realismo adolescente y juvenil" que se llamó "Frecuencia 04", buena parte de la columna vertebral del ciclo reincide en el terreno de la comedia dramática juvenil.
Pero esta vez José Luis Massa (antes director, aquí productor general), el autor Claudio Lacelli y los actores Ludovico Di Santo, Arturo Frutos y Florencia Otero se proponen llevar adelante, en compañía de un muy nutrido equipo técnico y actoral, un relato de tono más liviano, menos circunspecto y con apreciable distancia del recargado estilo melodramático exhibido, por ejemplo, en "Verano del 98",
No es que falten conflictos propios del primer tránsito hacia la madurez: muy pronto sabemos que los protagonistas del ciclo están unidos por el hecho de compartir al mismo padre biológico, a quien hasta allí desconocían y que acaba de fallecer dejando en el testamento un bar para que sea manejado por todos ellos, juntos y sin excepción. Son tres varones (Frutos, Di Santo y Nazareno Casero), criados en distintas circunstancias por familias "postizas" y una chica (Laura Azcurra) que llega del interior después de conocer por azar en un elegante hotel patagónico a uno de sus hermanos.
También nos enteramos sin demora que Carmela (Azcurra) es la más decidida y autosuficiente; que Ludovico (Di Santo) exhibe sin complejos su arrogancia; que "Napo" (Casero) tiene más que ningún otro los pies en la tierra y que Javier (Frutos), el más irresponsable, ya le echó el ojo a Lourdes (Natalia Lobo), la atractiva y sensual novia de su padre (Germán Kraus). Entre todos ellos aparece la frágil y ciega Josefina (Florencia Otero), de cuya voz nace buena parte de la identidad musical del relato, temas acústicos del rock de los años 70 (Sui Generis, Pastoral, Vivencia) que no tardarán en difundirse a través de nuevas versiones discográficas para que este programa, como tantos otros, salga desde la TV en busca de un camino rentable como negocio en otros ámbitos.
A "Paraíso rock" no le alcanza ni el esmero con el que se trabaja una imagen demasiado dependiente del modelo de videoclip publicitario ni el tránsito bastante ágil de una historia a otra con la que se busca atenuar el empleo -casi inevitable, a estas alturas- de ciertos estereotipos a la hora de describir las conductas juveniles. El punto más flojo del relato hasta aquí es la pobre respuesta interpretativa de la mayoría del juvenil elenco protagónico, cuya más que apreciable falta de naturalidad no hace más que distanciar a los intérpretes de un público juvenil que reclama una inmediata identificación para hacer suya la historia.
Frente a la inexpresividad de Di Santo, a la rigidez de Frutos y al festival de mohínes de Azcurra queda como modesta compensación la muy convincente aparición de Nazareno Casero, cuyo vínculo con su padre postizo Basilio (Juan Palomino, por lejos el mejor del elenco "adulto") aparece como el costado más atrayente del relato.
Por más que abunden estímulos en forma de imágenes o ilustraciones musicales siempre identificadas con bellos momentos, el público no tarda en percibir las fallas interpretativas o imperdonables gaffes de continuidad como la repetición de una secuencia completa con Frutos y Lobo durante el episodio de anteayer. Y si el propio canal parece no confiar del todo en un programa que arrancó el lunes con una hora completa de duración y que anteayer, apenas cumplido su segundo capítulo, ya cedió diez minutos al noticiero que le sigue, menos lo hará quien está del otro lado del televisor.
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