Adrián Caetano se despide de Sandro de América: "Quise volver a poner el mito en boca de todos"

Esta noche concluye Sandro de América , la miniserie de trece episodios sobre la vida y obra del Gitano, que emitió Telefe, de lunes a jueves, con un enorme éxito. El público acompañó de manera fiel a la producción dirigida por Israel Adrián Caetano y adaptada por un grupo de autores con Esther Feldman a la cabeza, y esa fidelidad se vio reflejada en el rating. El envío llegó a medir 16,4 puntos de rating, y prácticamente no presentó altibajos en sus mediciones. Esta noche, en el Gran Rex, se llevará a cabo la proyección del último episodio, con la presencia de las figuras que formaron parte del proyecto, como sus tres protagonistas: Agustín Sullivan , Marco Antonio Caponi y Antonio Grimau .

Caetano, uno de los exponentes del Nuevo Cine Argentino, pasó por Conversaciones en LA NACION, donde habló sobre cómo fue convocado para dirigir el proyecto: "Me tentaron y me asombró que pensaran en mí, me empezó a fascinar la idea de abordar un mito popular indiscutido que se mantuvo siempre ajeno a cualquier instancia política. Era alguien que había tenido una vida artística y personal. Entendí por qué era querido en todos lados: porque no pronunciarse hacía que la aceptación fuera mucho más grande", explicó el realizador de Un oso rojo, y mencionó su motivación principal a la hora de filmar. "Por lo general me llaman por lo social, por lo oscuro, pero acá la vida de Sandro, lo que tenía de oscuro, era la soledad muy grande que sentía él al ser hijo único, no había nada oscuro para contar y entonces dije: 'qué bueno, vamos a encontrarle la luz a esto'. Lo que yo quería era contribuir al mito, volver a ponerlo en boca de todos", explicó el cineasta.

De hecho, Caetano les brindó a sus protagonistas directivas precisas sobre cómo abordar el personaje, pidiéndoles que se olviden momentáneamente de la responsabilidad enorme que tenían sobre sus hombros. "En mi caso, el período que interpreto es cuando él estaba muy interesado en mantener bien separado a Sandro de Roberto Sánchez, así que gran parte de mi trabajo fue componer un personaje que intentara encarnar a la persona real", subrayó Caponi. Por su parte, Sullivan, la revelación del programa, personificó a Sánchez entre sus 16 y 32 años , y aseguró que lo que más le costó fue no imitar al cantante, "porque no es un trabajo de imitación" sino una ficción inspirada en su vida. "[Caetano me dijo:] 'Olvídate de todo lo que viste, vamos a construir el personaje desde cero'", recordó el joven.

En cuanto a Grimau, el actor compartió el mismo modo de trabajo: "Yo estaba muy preocupado porque después de la convocatoria no encontraba demasiado parecido físico, sobre todo en la cara, no veía que tuviera su nariz o su boca. Cuando llegué al primer contacto con Adrián le planteé mis dudas, mis cuestionamientos, y él me tranquilizó y me dijo: 'Mirá, Antonio, yo no estoy buscando una caricatura ni mucho menos un imitador, lo que yo busco es transitar con la mayor verdad las situaciones por las cuales él pasó'", contó el actor.

Por otro lado, Caetano también compartió con LA NACION cuál fue la escena más difícil de filmar. "Fue la primera, porque era el puntapié inicial de algo que no sabíamos cómo iba a terminar, no era una serie cualquiera, era una serie de Sandro, la más difícil fue esa porque a partir de ese momento sabíamos que esos mismos ojos que nos estaban mirando con aprobación podían irse para el otro lado. Había un peso muy grande, se jugaban muchísimas cosas, estaba Olga [Garaventa, mujer de Sandro], Graciela [Guiñazú], la autora del libro, había fans y como un mito atrás de todo eso, lo hay aun, pero cuando empezamos a hacer esa toma la repetimos un montón de veces: eso marcó que había una búsqueda de que esto estuviera a la altura de las circunstancias", expresó el realizador, quien reveló que el momento más preciado que se lleva del rodaje fueron las palabras que le dirigió Olga, tras ver el primer capítulo: "Me dijo que estaba muy lindo y me dio las gracias", recordó.

Es complejo atribuirle el éxito de Sandro de América a un solo factor, porque en este caso la unión de fuerzas creativas fue el secreto: la figura elegida, el pulso de su director, el trabajo de guion, las interpretaciones de sus protagonistas y actores secundarios, la puesta en escena, la música, las numerosas estrellas invitadas , y la sensibilidad con la que se mostró al Gitano - como hombre y como artista - cautivaron a una audiencia que hoy se despedirá de una de las propuestas televisivas más ambiciosas del año.