No hay que subestimar al público

La televisión y la ciencia no son términos sencillos de conciliar. La televisión es síntesis, la ciencia requiere desarrollo. La televisión navega en un mar de ideas generales, la ciencia busca precisión. La televisión es entretenimiento, la ciencia aspira a ser, en el mejor de los casos, interesante. Con estos antecedentes no es fácil pensar un programa con contenidos científicos. La regla de oro es no quebrar el pacto implícito que todo ciclo debe establecer con sus televidentes: tener un lenguaje en común; es decir, que se entienda lo que se quiere transmitir. Siempre hay un modo de contar ideas y procesos por más complejos que resulten. No hay que subestimar al público forzando explicaciones básicas ni dejándolo afuera con planteos inabordables.

Teniendo en cuenta estas claves de preservación de contenidos, el desafío es atreverse con los formatos. El formato es la llave que permite que cualquier contenido pueda abrir la puerta de los sentidos. En este terreno, no hay que tener miedo. Los formatos son herramientas y están para ser usadas. Lo que hace tediosa a la comunicación de la ciencia no es lo que se cuenta sino cómo se lo cuenta. Si los únicos recursos de los que dispongo son la entrevista y el informe de tono documental, no cuento con demasiadas chances de hacer un programa que resulte atractivo.

Cuando uno se involucra en el mundo de la ciencia, descubre que a los investigadores les gusta jugar, les divierte probar cosas, los apasiona desafiar las reglas de la naturaleza, los desvela resolver enigmas. Es natural entonces que un programa que busca hablar de los científicos utilice como insumo de producción esas pasiones humanas, y que juegue, se divierta, desafíe y resuelva enigmas como se hace en los laboratorios y universidades.

En la Argentina, la recuperación de Canal 7 y la creación de señales públicas como Encuentro, Paka Paka y Tec TV permitieron el desarrollo de programas y productoras específicamente dedicados a estos contenidos. Hace diez años Científicos industria argentina y TN Ciencia eran excepciones tolerables. Hoy hay decenas de ciclos que buscan mirar la ciencia desde distintos ángulos y hay un canal entero dedicado al tema. Lo que invita a pensar que algunas cosas están cambiando en el país, en el público y en la televisión.

Claudio Martinez