El calvario de los influencers en Coachella: ganan mucho dinero, pero un detalle les impide disfrutar del show

El regreso de Coachella tras dos años de pandemia por Covid-19, no solo marca la agenda de los artistas que se presentan en sus escenarios. Los influencers también se encargan de llevar el ambiente desértico, pero de celebración, a millones de personas a través de las redes sociales. Recientemente, New York Post publicó un informe donde analizó cuánto ganan por un fin de semana repleto de trabajo, y que puede ir desde los 2000 dólares por cada publicación.

En este sentido, los influencers compiten durante dos fines de semana, del 15 al 24 de abril, por representar a las mejores marcas y ganar grandes sumas de dinero. En el caso de Maryam Ghafarinia, promotora de moda, belleza y estilo de vida, es la cuarta vez que va al festival, pero en ninguna de ellas tuvo la oportunidad de disfrutar de un show en vivo. “Ojalá este año pueda, pero esto es algo que digo siempre”, expresó la mujer de 36 años al medio, quien agregó que algunos compañeros pasan tanto tiempo en la creación de contenido para publicar que no alcanzan a disfrutar de ninguna de las bandas.

En contraposición con los demás asistentes al evento, quienes se mantienen activos hasta altas horas de la madrugada, Ghafarinia, quien cuenta con 186.000 seguidores en Instagram, se levanta a las 7 am para comenzar a publicar el material producido. La influencer reveló que cobra US$2000 por foto y US$3500 por reel. Sin embargo, las marcas usualmente piden que asistan a los eventos y lo compartan en sus historias. “Hay mucho trabajo”, manifestó.

Otras con menos seguidores, pero no por eso con menor potencial, son Diana Kaloev y Nova-Joy Johnston, quienes cuentan con 164 mil y 38 mil, respectivamente. Durante su paso por Coachella, las dos jóvenes se retrataron con poses para lucir ropa y accesorios, sin dejar de parecer que disfrutaban de la experiencia en el desierto.

De esa manera, aquellos con más seguidores no solo pueden cobrar más, sino que además captan la atención de las mejores marcas. Es el caso de Rianne Meijer, la influencer holandesa que tiene 1,5 millones de seguidores en la red social, y que documentó todo el viaje hacia el festival, mientras promocionaba marcas como Levi’s y BMW.

Mientras que algunos pagan sus propios viajes y buscan ofrecer colaboraciones para cubrir sus costos, otros influencers tienen tal nivel de exposición que son las marcas las que acuden a ellos y les ofrecen hacerse cargo de todos los gastos con tal de promocionar sus productos a través de los canales que estos jóvenes dominan con astucia en el mundo digital.

Noel Elie, la actriz que tiene 102.000 seguidores, comentó a New York Post que asistirá al festival como invitada de una marca de moda que le pagará $2500 dólares por tres historias y un reel, y como si fuera poco, además le regalará ropa.

Con el paso del tiempo, Coachella se convirtió en un negocio para personas influyentes, quienes compiten entre sí por recibir ofertas de colaboración de las marcas más exclusivas y reconocidas. Así lo explicó Mae Karwowski, CEO de la agencia de marketing Obviously: “Todos están allí, quieren conseguir los mejores contratos con ellas [las marcas], así como las mismas buscan la mayor cantidad de famosos en las redes que divulguen sus productos y servicios”, expresó la ejecutiva al diario.

Asimismo, Ebony-Renee Baker, editora de moda de Refinery29, una página web estadounidense de moda, estilo y bellezaa, le explicó a The Guardian, que el festival se trata de “una oportunidad comercial tan grande para las marcas e influencers”, que los ojos de todo el mundo se posan sobre estos dos fines de semana.

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