Estos son los modelos que Toyota retira del mercado en EE.UU. por temor a “lesiones o muerte”

La automotriz japonesa Toyota tomó una decisión importante para la seguridad de miles de conductores en Estados Unidos, al ordenar las reparaciones inmediatas en las bolsas de aire (airbags) de aproximadamente 50.000 autos. Aunque este tipo de llamados regularmente tienen como objetivo unidades de reciente modelo, lo que llama la atención es que esta vez se trata de vehículos fabricados entre 2003 y 2005.

La razón de esta advertencia urgente es la identificación de riesgos asociados con la presión de los infladores de airbags que utilizan los modelos de Corolla 2003-2004, Corolla Matrix 2003-2004 y RAV4 2004-2005. Estos tendrían relación directa con más de 30 muertes ocurridas desde 2009 a la fecha, según informaron en un comunicado.

“Si el airbag se despliega, es más probable que una pieza en su interior explote y dispare fragmentos de metal afilados”, de manera que estos restos “podrían causar lesiones graves o la muerte al conductor o a los pasajeros”, según se detalla en la declaración oficial de la empresa nipona que refirió al fabricante Takata como responsable del desperfecto.

El problema con los infladores de airbags de Takata no es exclusivo de Toyota y previamente otros llamados similares han motivado la mayor retirada de productos en la historia de la seguridad automotriz que acumulan un registro de más de 100 millones de productos de más de 20 fabricantes de automóviles alrededor del mundo. Después de más de una década y media de retiros, demandas y una investigación criminal en EE.UU., la compañía responsable se declaró en quiebra en 2017 y sus activos fueron vendidos a Key Safety Systems, una empresa con sede en China, por alrededor de US$1,6 mil millones.

Otras polémicas que hunden a Toyota

Este llamado a “no conducir” y hacer las reparaciones necesarias de inmediato, se convierte en el episodio más reciente de una serie de problemas para Toyota en los últimos meses que le han generado duras críticas sobre su reputación. De acuerdo a un reporte de BBC, recientemente, el gigante automovilístico japonés suspendió los envíos de algunos vehículos debido a irregularidades en las pruebas de certificación para motores diésel, desarrollados por Toyota Industries.

Una investigación reveló que empleados de Toyota Industries manipularon las pruebas de potencia de los motores que se utilizan en diez modelos vendidos a nivel mundial, incluyendo la camioneta Hiace y el todoterreno Land Cruiser, según informó la propia compañía. Asimismo, la compañía se enfrenta a resolver un caso de mala conducta en la especialista en automóviles pequeños, Daihatsu, tras admitir la falsificación de pruebas de seguridad que se remontan a más de tres décadas.

Al ser consultado sobre los escándalos en las subsidiarias de la empresa, el presidente de Toyota, Koji Sato, admitió que los empleados sintieron presión para generar ventajas en una industria intensamente competitiva. “Reconocemos que no solo las personas en el sitio de prueba, sino también la dirección no tenía un entendimiento adecuado de la certificación”, expresó.

A pesar de estos desafíos, Toyota anunció que vendió un récord de 11,2 millones de vehículos en 2023, consolidando su posición como el fabricante de automóviles más vendido del mundo por cuarto año consecutivo. Su rival más cercano, Volkswagen de Alemania, vendió 9.2 millones de vehículos el año pasado. A pesar de los contratiempos y desafíos en materia de seguridad, Toyota sigue siendo una fuerza dominante en la industria automotriz global.

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