Diario del insomnio, de Flor Monfort
Además de pasajes de un diario, con algunas entradas escritas en horas de la madrugada, Diario del insomnio, de Flor Monfort (Buenos Aires, 1976), reúne apuntes autobiográficos, fragmentos de una historia de amor con final infeliz, escenas de una maternidad feminista y una colección de recetas caseras, farmacológicas y mágicas para conciliar el sueño: ejercicios de respiración o meditación, la “miel amarga pero efectiva” que provee un gotero, rituales de limpieza compulsiva (“Lo hago aunque sé que barrer de noche trae mala suerte”), calmantes hipnóticos y la escritura: “¿Escribo dormida? Escribo alterada, una lengua nueva, suave, sobre los enemigos generales que me privaron del sueño”.
El tono es angustiado y divertido, querulante y lúcido: “Soy una mujer en vela. Esto quiere decir adormecida, pero también muy despierta”. Está situado: en gran parte transcurre en la ciudad de Buenos Aires, durante 2020, cuando se aprobó la ley de interrupción voluntaria del embarazo en la Argentina. “La noche de la votación, los slogans que me gustan: ‘Acá no duerme nadie’. Acampe, velas, más comida que sale de las tiendas como en Las mil y una noches. Panes especiados, mates humeantes, pañuelos que se anudan para armar barricadas”, describe en una postal de la concreción del “sueño comunitario”.
De la pesadilla conyugal al exorcismo de la herencia familiar, pasando por el ingreso al reino acuático de la apnea y al volante de una tribu de amigas e hijos en las sierras, Monfort recrea la vigilia de una Sherezade ávida de futuro.
Diario del insomnio
Flor Monfort
Bosque Energético
96 páginas
$ 19.900