Reseña: Las realidades de Madame Realismo, de Lynne Tillman
″No olvidar escribir sobre la vez que entré a un baño y resultó ser una obra de arte. El artista entró corriendo cuando apreté el botón”, apunta en su cuaderno Madame Realismo, protagonista de la primera sección de Las realidades de Madame Realismo y otras historias, de la novelista y crítica cultural Lynne Tillman (Nueva York, 1947). Con un estilo híbrido que integra ficción y ensayo, esta es la primera traducción al español de sus textos.
Aguda amante del arte, Madame Realismo recorre museos consignando sus impresiones –aspectos artísticos, y cuestiones políticas, históricas, sociales y personales–. En esa vorágine por las salas de prestigiosas instituciones, analiza con esmero los comentarios que oye de los espectadores. Hallazgos: la asociación (libre) de la retrospectiva del pintor Lucian Freud, nieto de Sigmund Freud, en Hirshorn Museum, y el análisis de la colección de arte y antigüedades del propio Sigmund.
En la segunda sección, protagonizada por otro personaje, Paige Turner, ya en tono más ficcional se indaga, entre otros temas, en el amor y en su lenguaje. A partir de la estructura “Yo te amo”, se deduce que, en esta sentencia, el “yo” se rinde al “vos”: “Ese yo es mío. Ese yo es tuyo. Ese yo es para vos”. La última sección incluye ensayos sobre los artistas Cindy Sherman, Joan Jonas y David Wojnarowicz. Madame Realismo... activa una máxima que se encuentra en sus propias líneas: “Hasta cierto punto, una obra o un texto dependen de la inteligencia, de la amabilidad de los extraños”.
Las realidades de Madame Realismo y otras historias
Por Lynne Tillman
Ripio
Trad. T. Arijon
288 páginas
$1200