Annemarie Heinrich: lo bello y lo profundo

Fue la creadora, en la Argentina, de un género que se desarrolló junto al crecimiento de la industria del cine y la popularización de la radio: la fotografía de las grandes estrellas. Annemarie Heinrich fue durante medio siglo la retratista ineludible de los grandes escritores, de los más famosos bailarines y de personajes de la cultura en general.

Hoy, la gran artista, que nació en Alemania pero desarrolló su carrera en la Argentina, goza de un bien merecido retiro. Pero su obra vive en las páginas del libro Annemarie Heinrich. Un cuerpo, una luz, un reflejo (Ediciones Larivière), publicado en coincidencia con la exposición retrospectiva homónima que se presenta en el Centro Cultural Recoleta hasta el 7 de noviembre.

La mirada temprana y escrutadora de Eva Duarte, los labios desafiantes de Tita Merello, los ojos seductores de una juvenil Mirtha Legrand, la primera tapa en colores de Radiolandia, las elegantes protagonistas de Vogue, el glamour de una época en que las mujeres tenían que parecer divinas como las estrellas de Hollywood... Todo está en las páginas que descubren el alma de una artista precursora, incluso en géneros como el desnudo.

El magnífico texto biográfico que acompaña las imágenes fue escrito por el fotógrafo Juan Travnik, que incluye la larga conversación que mantuvo con los hijos de Annemarie, Alicia y Ricardo Sanguinetti, sobre la vida y el trabajo de su madre. El resultado es este testimonio de una mujer pionera, para quien la búsqueda de la belleza fue siempre una prioridad.

Por Carmen María Ramos

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