Ubicada en la provincia española de Cáceres, esta casa pensada para el descanso pertenece a dos hermanos que la disfrutan con sus familias y amigos, y ambos se involucraron a fondo en el proyecto de remodelación que llevó a cabo el estudio Ábaton.
El objetivo principal fue abrir este establo abandonado a la naturaleza sin arruinar el paisaje ni renunciar a espacios de calidad en el interior.
Antes y después: La estructura
La construcción original del establo era de barro, piedra y madera. Y, si bien la idea inicial fue conservar los muros exteriores, cuando se hicieron las aberturas para las ventanas, la estructura cedió. Por eso, las paredes se construyeron a nuevo en el mismo lugar y con el mismo sistema que las antiguas, pero utilizando concreto en lugar de barro, para darles solidez. Además, a cada lado, se incorporó un ventanal de vidrio que abarca ambos pisos para darle luz al interior e incorporar aun más la cabaña al entorno.
Esta edificación rural es mucho más inteligente de lo que parece a simple vista; por eso respetamos los materiales y su sabia ubicación, orientada al sur y al abrigo de la sierra de Gredos
Antes y después: Fuentes de energía
El flujo de agua atraviesa la casa: en un patio central, se ubicó una fuente desde donde brota agua naturalmente, luego pasa por debajo de la casa y desemboca en la piscina que se construyó a nuevo en una de las terrazas de cultivo. Desde allí, se vuelca sobre los pastos, lo que mantiene el terreno siempre verde.
Además, se diseñó un sistema de paneles solares con acumuladores que permite el suministro de energía en verano y se instalaron turbinas para nutrir de corriente eléctrica los acumuladores en invierno.
Antes y después: Nuevas funciones
La estructura y la distribución se respetaron, con un lenguaje más moderno: una escultórica escalera de cemento lleva a un entrepiso con barandal de hierro que balconea sobre el living, y funciona como pasillo distribuidor de los espacios superiores.
En este sector, como mesa de centro se usó una cama china de madera de olmo (Batavia), la cual se acompañó por un sofá ‘Air 100’ (Sancal) y un par de butacas del diseñador danés Hans Wegner (Batavia). Además, el eje de un antiguo molino traído de Indonesia (Batavia) funciona como obra de arte al lado de la escalera.
Optamos por un interiorismo moderno. Hay algo fantástico en el contraste de lo liso y lo blanco con los elementos que estuvieron expuestos al roce y los rasguños del tiempo
Por su orientación, la casa es térmicamente estable: se calienta durante el día con la entrada del sol y, durante la noche, los paneles de madera no dejan escapar el calor.
"Tomamos el concepto de la arquitectura japonesa de adorar el exterior: meter la naturaleza en cada ambiente para tornarlo cambiante", detalla Alonso.
Una mesada central (MDF Italia) funciona como isla y barra en la cocina, y continúa como mesa de comedor. A un lado, banquetas ‘Miura’ (Plank), y al otro, sillas ‘Wishbone’ de Hans Wegner (Batavia).
"Aquí se está en contacto con la naturaleza, sin contaminación acústica y con poca cobertura móvil. Sobremesas largas y animadas, paseos, chapuzones, recogida de frutos o apacible lectura son las principales actividades".
Las habitaciones están bien equipadas pero sin estridencias. En la esquina de uno de los cuartos de huéspedes, una butaca danesa con brazos de teca y una lámpara de pie ‘AJ’ (Batavia) arman un cálido rincón de lectura.
A modo de bacha, en los baños se usaron grandes piedras naturales caladas, y sutil grifería en forma de tubo. Todos los baños tienen vista a la fuente central. Después de ser usada, el agua sigue su curso hacia un filtro y se utiliza para el riego.
Antes y Después: La naturaleza como prioridad
La casa se abrió lo máximo posible al entorno para poder disfrutarlo, teniendo siempre en cuenta que se viera desde los montes como una humilde edificación más.
Cuando juegas con la naturaleza, te da regalos, como los reflejos del sol en el agua que brillan y flotan en las paredes de la casa. Son disfrutes no planificados, que uno no es capaz de generar
Qué se hizo
- Se construyó un gran espacio central que contiene living comedor y cocina. Este sector se abrió completamente norte-sur para potenciar la sensación de vivir en el exterior. Alrededor, se ubicaron todas las habitaciones.
- Sobre el lado de la casa que mira al cerro, se delimitó un patio interno entre muros de piedra, con una fuente natural de agua como centro.
- De gran tamaño, no hay abertura de la casa que no tenga una apacible vista.
- Se eligieron materiales modestos y naturales: agua, hierro, cemento y la piedra existente.
Texto: Bárbara Orlando.
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