
Bancos de trabajo: cuando la utilidad no ocupa lugar
Muchas reparaciones necesitan ser realizadas sobre una superficie resistente. Por lo general se recurre a la mesada de la cocina con el consecuente deterioro de ésta. Existen recursos más aconsejables
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El mercado ofrece unos bancos ideales para este tipo de tarea. También es posible fabricarse un apoyo adecuado con elementos muy sencillos que se puede guardar sin ocupar demasiado espacio.
Las artesanías y los arreglos caseros suelen acarrear consecuencias negativas para el mobiliario de uso cotidiano. En el caso de la mesada de la cocina, es frecuente que termine con quebraduras, si es de mármol, o con abolladuras, cuando está realizada en acero inoxidable. Por su parte, las instalaciones de madera pueden quedar con desagradables raspones o quebraduras. Ante este panorama, lo más prudente es adquirir un equipo específicamente concebido para esos trabajos. No es necesario contar con un enorme banco de carpintero: los diseñadores han creado soluciones adecuadas para las viviendas modernas, donde el espacio suele ser muy limitado.
Listos para usar
Antes de decidirse por la compra, conviene considerar la regularidad con la que se va a usar el nuevo implemento: no es lo mismo trabajar de vez en cuando que dedicarse todos los fines de semana a un hobby artesanal.
En cuanto a los bancos que se ofrecen en plaza, a continuación se describen las dos opciones básicas.
- Plegables: se consiguen en cualquier ferretería. Tienen patas metálicas y una pequeña superficie formada por las mismas tablas de ajuste, que se atornillan con dos manivelas. Pueden guardarse dentro de un armario, colgarse de la pared por medio de ganchos o colocarse detrás de la puerta de la cocina. Algunos cuentan con unas cavidades en las que se guardan herramientas de mano (destornilladores, martillos o pinzas).
- Armados: son recomendables si se cuenta con un ambiente medianamente amplio, en el que sea posible instalarlos de manera estable. Pueden incluir prensas tipo carpintero (con mordazas de madera). También se les adosan morsas de mecánico (con trabas metálicas).
- La alternativa: hacerlo uno mismo. Con 2 caballetes (de madera o metálicos) y una tabla de 1 pulgada de espesor (2,54 cm) o un recorte de aglomerado grueso (de unos 3 cm), se puede armar un banco casero. Su principal ventaja es la posibilidad de guardarlo en espacios reducidos.
Fuentes consultadas
Tools Ferretería: Avda. Pueyrredón 888; 4964-3489.
Ferretería Larrea: Larrea 1197; 4825-4101.
Ferretería La Máquina: Avda. Córdoba 1360; 4371-7643.
La Senda: Avda. Córdoba 4900; 4775-1116.
Minlos Hermanos: Avda. Rivadavia 2130.
Maderas Alonso: Avda. Rivadavia 2056; 4951-6503.
Detalles que facilitan la tarea
- Son tres los requisitos para trabajar de manera correcta: un lugar apropiado, una iluminación adecuada y una superficie de apoyo. En cuanto al primer elemento, basta con reservarse un rincón del lavadero o la cocina. En lo que hace a la luz, conviene que sea fluorescente y de unos 40 vatios (siempre que se trabaje en un ambiente con paredes claras o con buena iluminación natural). Respecto del banco o accesorio para sostener, deberá tener una superficie mínima de unos 0,30 m. de ancho x 0,50 m. de largo. El espesor tiene que ser de unos 2 o 3 cm, de modo que soporte golpes o manipuleos. Es aconsejable contar con una prensa o una morsa de ajuste. Con ellas se pueden asegurar las piezas que deban aserrarse o pulirse.
- La altura ideal se calcula tomando como referencia la cadera del usuario (desde 0,90 hasta 1 m). No obstante, hay caballetes y bancos plegables de 0,80 m. de alto que bien pueden usarse sin ningún problema.
- A la hora de ubicar el banco no se debe olvidar que será necesario también disponer de un lugar para guardar herramientas y accesorios (tornillos, clavos, repuestos).
- Un detalle importante es la protección de los pisos. En ese sentido, muchos equipos plegables vienen con regatones de goma dura.
- Si el ámbito de trabajo no tiene una buena iluminación, se la podrá mejorar con el auxilio de una lámpara portátil y una prolongación.
Una solución ingeniosa
- Sobre la base de dos caballetes plegables y una estantería metálica de las que se venden desarmadas (generalmente constan de 5 estantes de chapa y 4 listones perforados que se unen con tornillos y tuercas) es posible armar un banco que, sin ocupar demasiado lugar, sea cómodo para trabajar.
- La clave está en encontrar un rincón apto para colocar los estantes. A su lado, van los caballetes y, sobre ellos, un recorte de aglomerado o un tablero de madera gruesa. Esta es la superficie sobre la que se trabajará. Cuando la tarea esté finalizada, se la puede retirar y colocar, a modo de tapa, sobre el frente de los estantes. Las herramientas y accesorios, entonces, estarán prolijamente disimulados en los momentos en que no se los necesite.
- En cuanto a los caballetes, son fáciles de ubicar: detrás de una puerta o dentro de un armario.
- Por supuesto, si no se quiere una estantería completa, se puede pensar en un banco con una mesada de menor tamaño. El sistema por emplear sería el mismo.
- Ahora bien, ¿cómo se organiza todo este pequeño taller? Primero se adquieren los 2 caballetes. Si son de madera, es necesario garantizar su firmeza; conviene que tengan tirantes de 1 x 3 pulgadas, como mínimo. En cuanto a los metálicos, deben contar con punteras de goma o de plástico, para no perjudicar el piso ni resbalar sobre él. En ambos casos tienen que medir un mínimo de 80 cm de alto al ser abiertos.
- En la estantería se guardarán herramientas, cajas con materiales y frascos para clavos o tornillos. Se la asegurará contra la pared por medio de tarugos con tornillos o ángulos roscados. Podrá cerrarse en los laterales con otros recortes de aglomerado o laminado, en los que se colgarán elementos que, por su tamaño, no pudieron ser guardados en el interior.
Elementos necesarios y precios
- Banco plegable: 59 pesos.
- Destornillador mediano: desde 2 hasta 4 pesos.
- Martillo: desde 4,50 hasta 7,20 pesos.
- Pinza: desde 4,50 hasta 22 pesos.
- Tuerca: desde $ 0,03 hasta 0,10 la unidad.
- Tornillo: desde $ 0,10 hasta 0,15 cada uno.
- Clavos: caja de 75 g, 1 peso.
- Lámpara portátil de metal y goma, con 10 m. de cable: $ 6,40; sin cable, 2,75 pesos.
- Morsa de banco que se ajusta sobre cualquier mesa de trabajo: desde 15 hasta 20 pesos.
- Morsa de banco mediana: desde 30 hasta 80 pesos.
- Prensa tipo carpintero de 6": $ 35; 12", 41,50; 18", 45; 24", 48,50 pesos.
- Caballete de madera: desde $ 6 hasta 9 cada uno.
- Regatones de goma dura: $ 0,30 hasta 0,50 cada uno.
- Tabla de aglomerado de 1 m. de largo x 0,50 m. de ancho x 18 mm de espesor: 6 pesos.
- Tabla de pino de 1 m. de largo x 0,50 m. de ancho x 18 mm de espesor: 14 pesos.
- Banco de carpintero de 1,35 m. de largo x 0,40 m. de ancho, con 2 prensas: $ 550; de 1,15 m. de largo x 0,40 m. de ancho, con 2 prensas, 450; de 1 m. de largo x 0,40 m. de ancho, con una prensa, 330 pesos.
- Banco de trabajo de madera con rieles de metal plegable: 60 pesos.
- Banco con patas metálicas plegables: 60 pesos.






