Bill Gates advirtió sobre una posible nueva pandemia y le hizo un pedido a las autoridades del mundo: “Fuimos tontos”

En el año 2020, se vivió uno de los momentos más caóticos de los últimos tiempos con la llegada de la pandemia de coronavirus. Con medidas preventivas y el descubrimiento en tiempo récord de vacunas, algunos países empezaron a adoptar medidas menos invasivas y determinaron las formas de ir saliendo poro a poco a las calles, minimizando los riesgos de contagio con recaudos como el uso de tapabocas y el distanciamiento social, como los dos métodos más sugeridos.

A casi tres años del inicio de aquel suceso, que tuvo en vilo al mundo entero, el empresario multimillonario Bill Gates enunció ante un grupo de expertos del Instituto Lowy, en Sydney, Australia, su preocupación por un posible rebrote de un nuevo virus que llevará a las autoridades mundiales a replantearse nuevas estrategias para el cuidado personal y de las sociedades.

Gates advirtió sobre la necesidad de estar preparados para afrontar una situación de esta magnitud, donde se mantenga esta unión por parte de sus colegas y líderes políticos. “Comparen el costo económico de estar preparados para la próxima pandemia con el costo de esta, más de 10 billones de dólares de pérdida económica”, subrayó el magnate.

A modo de autocrítica, Gates recordó el nulo conocimiento que tenía el mundo sobre lo que iba a suceder con el Covid y llamó a las naciones a continuar con las mejoras en el aparato de salud para hacer frente a un potencial nuevo virus: “Con la pandemia, fuimos tontos al no tener las herramientas, la práctica y la capacidad global para estar a la espera como lo hacemos con incendios o terremotos”.

En este sentido, el filántropo cuestionó si tendremos la capacidad global y a nivel regional y nacional, para responder cuando surja una amenaza de enfermedad infecciosa, para “actuar de tal manera que no se globalice”.

Ante la atenta mirada de diferentes espacios de pensamiento político, Bill Gates destacó la estructura del país anfitrión ante la emergencia sanitaria: “Algunas de las cosas que se destacan son que Australia y otros siete países hicieron diagnósticos a escala de población desde el principio y tenían políticas de cuarentena”.

Con una fortuna declarada de unos 130.000 millones de dólares, según la revista Forbes, Gates ratificó su intención de querer donar su riqueza, para dejar de ser considerado un magnate. “Mientras miro hacia el futuro, planeo dar prácticamente todo mi patrimonio a la fundación. Bajaré y eventualmente saldré de la lista de las personas más ricas del mundo”, manifestó.

Para finalizar su exposición ante el grupo de expertos, el fundador de Microsoft criticó el sistema reinante en el mundo: “Existe este enorme fracaso del capitalismo de mercado para considerar algunas de las necesidades de los más pobres. Su voz en el mercado es muy pequeña”.

“Literalmente, podés salvar vidas por 1000 dólares y no hay mucho alrededor que debería ser tan gratificante como eso”, aseguró, dejando en evidencia su costado más humano y alejándose del imaginario popular que lo rodea en torno de de la fortuna que recolectó en sus años de gloria como empresario tecnológico.

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