Claves para lograr un ambiente con estilo nórdico

Una buena conjugación de colores claros, materiales nobles como la madera y textiles suaves y naturales, son el punto de partida para lograr el estilo nórdico en cualquiera de los ambientes de tu casa.

En primer lugar, la cuestión del color es primordial: tonos suaves que contrasten sutilmente son fundamentales a la hora de pensar la paleta perfecta. La luminosidad también es central, por eso es muy importante aprovechar la luz natural o intentar lograr ese efecto a través del uso del color.

Por otro lado, el mobiliario suele valerse de la nobleza de la madera en tonos suaves y al natural. Son típicos los muebles de Abedul y de Haya. Este material también se hace presente en el suelo, aunque a veces también se opta por pisos vinílicos símil madera en color blanco.

Los textiles son otro punto sustancial. El lino y el algodón son los tejidos predilectos de este estilo, aunque también aparecen las pieles. Se suele apelar a estampas geométricas en mantas, almohadones y alfombras.

Un leitmotiv en las ambientaciones nórdicas son las referencias animales y naturales, como por ejemplo, las figuras de los animales de caza (cuernos, cabezas, pieles). A su vez, aparecen constantemente diseños consagrados de los reconocidos arquitectos y diseñadores Charles Eames, Arne Jacobsen, Verner Panton, Alvar Aalto, y Carl Larsson, por nombrar algunos.

Por último, se necesita una cuota de elementos vintage (de los países escandinavos, claro) y algo de estilo industrial que, combinado con la claridad del mobiliario y el aporte de algún tono vibrante en los accesorios, nos permitirá conseguir el espíritu calmo y la estética relajante propia de las casas de norte de Europa.

LA NACION

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