Cómo reconocer a los leoninos y aprovechar la energía del Sol en este signo
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Durante estos días, el Sol está transitando los últimos grados del signo de Leo. Esto implica energía leonina disponible para que todos la sintonicemos y aprovechemos. Aclarémoslo rápido: puede suceder más allá de que tengamos o no en nuestra carta natal esta energía. La astrología interpreta la vida en la tierra considerando que hay un ritmo y un tiempo para cada cosa; sin determinismo sobre qué sucederá, se lee la energía del cielo como un mapa de posibilidades que dependerá de cada consciencia. El momento leonino corresponde a la temporada alta de verano en el hemisferio norte y a los días del sol invernal en el hemisferio sur. En ambos casos: el Sol ilumina, irradia y convoca con su esplendor radiante.
¿Por qué puede ser interesante sintonizar la propuesta de la temporada leonina? En el zodíaco, Leo es el quinto signo, corresponde al elemento fuego y está regido por el Sol. En términos astrológicos, el Sol se asocia a la identidad y en ese sentido aunque en nuestra carta natal no haya energía leonina, todos somos un poco leoninos porque justamente nuestro signo del zodíaco nombra en qué constelación estaba el Sol el día en que nacimos. Y si bien cada Sol se caracterizará principalmente por las cualidades particulares del signo en juego, siempre la función del Sol personal en una carta natal tiene que ver con expresar la propia identidad creativa. Por eso, mientras el Sol recorre Leo, sea cual sea nuestro signo, resaltan con mayor intensidad las características de nuestra energía solar. Es decir, aunque seamos virginianos y tímidos, o capricornianos y serios, o piscianos y sensibles, en la temporada leonina surgen fuertemente las ganas de brillar. Es tal cual aquellos días en que sale el sol y nos ponemos más contentos, alegres, con ganas sentir la calidez de sus rayos.

Reconectar con la autoestima
Los leoninos son reyes y líderes: sin dudas tienen el más alto perfil de todo el zodíaco. Son extrovertidos, llamativos, gritones; tienen mucha presencia (de hecho, un rasgo físico es que suelen tener una gran melena) y donde sea que van suelen ser protagonistas. A los leoninos se los acusa de ser egocéntricos, narcisistas, autorreferenciales. En cualquier caso, su principal característica es ser muy conscientes de sí mismos. Los leoninos saben del amor propio, y es así: se quieren, están contentos con ellos mismos y tienen un don natural para expresarse. Teniendo en cuenta estas características, para el resto de los mortales del zodíaco — tal vez más pudorosos, o menos histriónicos — la temporada leonina es ideal para mostrarnos tal cual somos, de forma espontánea, sin juicios, con creatividad y libertad. Es un momento en el cual la energía acompaña para una reconexión con la autoestima y el valor propio; para perderle el miedo a las selfies y mirarnos en el espejo con amor (bueno, con calma y atención porque también puede activar nuestro narcisismo más burdo). Por otro lado, como la energía de Leo también se relaciona con el romanticismo, esta temporada es ideal para volvernos románticos, para atender las necesidades del corazón sin miedo a ser cursis o melosos. Incluso, puede ser un momento para guiarnos por nuestra intuición: escuchar el pulso del corazón y ver qué pasa si mostramos lo que queremos.
En síntesis, el Sol transitando Leo es una invitación para tomar coraje y expresar nuestra personalidad de forma singular, para sentirnos radiantes siendo lo que somos (sin comparación con nadie más que con nosotros mismos); para que manifestemos nuestra identidad con espontaneidad. Un tip sencillo para sintonizar con la propuesta: prestarle atención a nuestra imagen (no es necesario cambiar de look, pero puede ser una opción). Aprovechemos: la temporada leonina es para animarnos a brillar más.
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