¿Quiénes son?
Florencia Piccinini (31) es licenciada en Administración y Luis Pierpauli (35) es estudiante de Medicina.
¿Qué hicieron?
Son dos de los fundadores de Gisens Biotech, una empresa argentina que reúne disciplinas como nanotecnología, biotecnología y microelectrónica para desarrollar dispositivos de diagnóstico médico.
¿Cómo lo hicieron?
En esencia, Gisens Biotech es una empresa familiar en la que conviven Florencia Piccinini, su padre José y su sobrino Esteban Piccinini. Años atrás, en una reunión informal surgió el tema de una de las investigaciones que había realizado Esteban en el exterior, a partir de su especialidad en Química, sobre nanomateriales semiconductores. La charla se extendió, se sumó José con una impronta de ingeniero electrónico, y comenzaron a delinear posibles usos en distintas industrias. El encuentro concluyó con la idea de que era posible construir biosensores, dispositivos biológicos de medición, ultrasensibles y de muy pequeño tamaño, que podrían convertirse en minilaboratorios bioquímicos para que diferentes pacientes pudieran controlar su salud desde sus casas. "Ahí nos dimos cuenta de que armar un nanolaboratorio, como es en nuestro caso, implicaba integrar distintas disciplinas, como microelectrónica, biotecnología, nanotecnología y medicina, así que necesitábamos un equipo multidisciplinario y con muchísima creatividad", cuenta Florencia. De ese modo se sumó Luis Pierpauli. El primer gran proyecto desarrollado, ganador del concurso 100K Latam, organizado por el ITBA y el MIT, fue pensado para pacientes con enfermedad renal crónica: con una sola gota de sangre se miden los tres principales indicadores de la función renal en tiempo real. Pero durante la pandemia, se enfocaron en el covid-19 porque sabían que su dispositivo podía visualizar prácticamente cualquier reacción biológica o bioquímica y convertirla en una señal digital. "Esto significa que podemos medir una reacción química que ocurre en la sangre, la unión de un virus con un anticuerpo o la concentración de un fármaco en la orina de un paciente, y convertirlo en una señal digital que es posible leer desde un smartphone", explica Florencia.
Podemos medir una reacción química que ocurre en la sangre, como la unión de un virus con un anticuerpo, y convertirlo en una señal digital que es posible leer desde un smartphone.
El objetivo de la empresa es crear estos denominados nanolaboratorios programables y que, en un futuro, los pacientes puedan hacerse todos los controles de salud desde su casa e informárselos a su médico. Los profesionales y las instituciones de la salud serán quienes controlen la salud del paciente, y para eso van a tener acceso de forma remota a la información en tiempo real. La idea es que el médico prescriba el uso del dispositivo y el paciente sea quien se controle. "En el caso del dispositivo de diagnóstico ultrarrápido del covid-19, el modelo no es el mismo, ya que ahí nuestro cliente y usuario serían las instituciones de salud, los organismos estatales y, obviamente, las empresas de la industria privada que quieran testear a sus clientes y/o a sus empleados para garantizar espacios libres de coronavirus", concluye Pierpauli. Del proyecto también forma parte un equipo de investigadores del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas y Teóricas Aplicadas (Inifta) del Conicet y de la Universidad Nacional de La Plata.