El caldo que fortalece la memoria, el aprendizaje y el crecimiento de las neuronas
Dentro de este tipo de comidas, existe una que promete un sabor potente y una multitud de beneficios para el sistema nervioso; conocé cuál es y cómo protege al cerebro
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El caldo ocupa un lugar privilegiado en la alimentación de muchas familias. Valorado por la diversidad de sus sabores y por la versatilidad que tiene de posicionarse en las dietas domésticas, se trata a menudo también de un plato que carga con muchas asociaciones históricas y emocionales.
Sin embargo, hay algunos caldos que, además de su poder sentimental y culinario, cuentan con una serie de propiedades muy beneficiosas para la salud. Uno en particular se destaca por tener efectos en el cerebro que pueden después resultar en una memoria más efectiva y un mejor funcionamiento de las neuronas. Se trata de un caldo conocido como la caldereta de cerdo ibérico, una de las recetas de la cocina mediterránea más antiguas.
Por qué este caldo puede ayudar a la salud del cerebro
Las razones principales por las que esta caldereta puede ser un factor clave en un sistema nervioso más saludable tienen que ver con dos nutrientes que este plato aporta al organismo humano. El primero de ellos es el colágeno, una proteína fundamental que se encuentra en el tejido conectivo del cuerpo. Como explica un estudio científico, sin este componente, no hay integridad en la matriz extracelular, la cual es crucial para la salud neuronal y el soporte estructural. Una regulación del colágeno, por lo tanto, puede ayudar en la reparación y la regeneración de tejidos, y, como consecuencia, se optimiza el funcionamiento de la memoria y el aprendizaje.
El otro nutriente determinante es el omega-3 de los ácidos grasos presentes en el caldo. Según otra investigación sistemática, esta sustancia también es conocida por su contribución a la salud cerebral, ya que cumple un rol esencial en el apoyo de las membranas celulares en el cerebro. Uno de los ácidos en particular, el DHA (ácido docosahexaenoico), ayuda a mantener la fluidez de las membranas y, gracias a este efecto, hay una comunicación neuronal más eficiente y un mejor crecimiento de nuevas neuronas. Esto también trae un rendimiento cognitivo más efectivo.
Otros tipos de beneficios que trae el caldo ibérico
Además de sus ventajas para el sistema nervioso, esta comida puede contribuir a la salud de muchas otras áreas del cuerpo. La Universidad de Harvard resalta que el colágeno, por ejemplo, puede mejorar la elasticidad de la piel y reducir la apariencia de arrugas. La sustancia también es beneficiosa para la salud de las articulaciones, ya que ayuda a mantener su elasticidad y reducir los dolores asociados. A su vez, puede brindar un apoyo significativo al funcionamiento intestinal al fortalecer la mucosa del tracto digestivo, y, de esa forma, reducir problemas como el síndrome del intestino permeable.
Asimismo, los ácidos de la omega-3 también pueden afectar positivamente una multitud de funciones. Un artículo del sitio especializado Heathline explica que estos ácidos ayudan a la salud cardiovascular al aminorar los niveles de triglicéridos, disminuir la presión arterial y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Su capacidad de reducir la inflamación, además de aliviar al cerebro, puede también atenuar dolores en otras partes del cuerpo y bajar los síntomas de enfermedades autoinmunes. Por último, se registraron efectos en cómo un mayor nivel de omega-3 está relacionado con una estructura ósea más sólida, lo cual puede aumentarse aún más si se combina con el colágeno.
Cómo preparar una caldereta de cerdo ibérico
Ante tantos beneficios, algunos podrían preguntarse cómo puede accederse a un caldo como este. Los expertos culinarios aseguran que se trata de un proceso sencillo que a lo sumo puede presentar su mayor obstáculo en la obtención de ingredientes muy variados. Estos incluyen pimentón, sal, orégano, pimienta, aceite de oliva, un poco de vino blanco, cebolla, morrón rojo, ajo, magro ibérico y un medio litro de caldo de cerdo.
Una vez obtenidos todos estos alimentos, se comienza la preparación de la caldereta. Lo primero que se debe hacer en ese proceso es picar la cebolla, el morrón rojo y el ajo. Luego, hay que colocar estos trozos en una sartén con aceite de oliva y dejarlos allí hasta que se ablanden. Mientras tanto, se puede picar el cerdo ibérico en pequeños pedazos.
Cuando se note que los vegetales ya están blandos, se les añade un poco de sal y se incorpora la carne a la que se debe dorar por ambos lados. Al ver que la proteína esté bien cocida, se agrega orégano, pimentón dulce y una copa de vino blanco, junto con medio litro de caldo de huesos. Se espera un rato para dejar que el líquido se reduzca y después se vierte agua hasta cubrir los ingredientes. Toda esta mezcla se deja cocinar a fuego lento durante 45 minutos, y, tras ese tiempo, se puede disfrutar tranquilamente de este plato sabroso y nutritivo.
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