
De lo afro a un patio de Ravello
Con vidrieras que dan a un jardín idílico, Javier Harari prepara delicias mediterráneas
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A Javier Harari lo conocimos en Mombasa, un lugarcito demasiado avanzado para su momento, hace un lustro largo, donde preparaba platos de raíz africana no sólo mediterránea, sino de Etíopia, Ghana, Cabo Verde, que había aprendido en restaurantes étnicos de Europa. Luego apareció, también pionero, por el hoy Palermo Hollywood, en su Bistro Barolo, hace cuatro años, con más reposada cocina europea. Hace meses abrió Ravello, más itálico-porteño y personal, con parrilla de leña, pasta casereccia, pizza a la parrilla, empanadas diferentes y panes ricos. La familia comparte responsabilidades.
Ravello tiene encanto, patio en esquina poblado de plantas, desde olivos jovencitos hasta rosas chinas ahora en flor, y sombra de los árboles de la vereda. Los otros sectores del restaurante no son menos idílicos, pues se asoman al jardín desde amplias vidrieras, el piso alto con más perspectiva aún y terracitas al aire libre, un oasis en este duro verano porteño. Adentro, el aire acondicionado propone otra fresca posibilidad, con la misma puesta informal y cuidada y el detalle de servilletas blancas de tela. La cocina está a la vista –adentro tienen la de producción–; la compra se hace para ambos boliches y esto beneficia los números, afirma Javier. El jefe es Sebastián Mazzucheli –sólo 22 años y hace tres con Harari– y viaja ahora a hacer un stage en el rumboso El Bulli, de Gerona.
La carta de Ravello propone sorpresas, la degustación de chorizos caseros de tres gustos –pescado y mariscos, cerdo y mollejas y ave– todos magros, sabrosos y suaves, en buen acuerdo con las papas fritas ($ 7,50); las mollejas a la parmesana con polenta grillada (8,50) y el pincho de pollo y panceta con risotto al oreganato (7,50). Los domingos, pizza a la parrilla en tres gustos originales (más una empanada y un chop de cerveza, 8,50). Los martes, degustación de pastas con vinos Santa Julia (más entrada y postre, 13,50). La pasta puede salir en medias porciones, divertidos los fettucine e calamaretti friti, entre otros (5,50-9). Otras informalidades son las tablas y antipasti, las ensaladas especiales (6), los sándwiches y, por supuesto, las tapas que juegan con vermut, margaritas, cerveza (5,50) y a veces, jazz. A la entrada, el cálido bar invita a desayunos, cafés, tragos –clásicos y modernos– y happy hour. El vino es un tema mimado de Harari, bien elegidos y con una buena lista por copa en dos medidas. Postres golosos (3-5) y cafés especiales (4) para el final. Para los chicos, Menú Ravellito.
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Nombre: Ravello
Dirección: Honduras y Ravignani, Palermo
Teléfono: 4770-9400
Horario: martes a domingo, desde las 9
Especialidad: porteña mediterránea
Capacidad: 100 cubiertos
Tarjetas: principales
Otros: vigilancia
Ambiente: * * * *
Atención: * * *
Cocina: * * *





