
Donde la figura es el enebro
El gin sigue siendo una bebida infaltable, tanto en tragos novedosos como en los clásicos
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Por alguna razón no precisa, la ginebra holandesa se impuso en la Argentina como trago invernal y rústico, bebido puro, y el gin británico se acomodó, como en todo el mundo, en las barras de tragos, ambos con el aroma común del enebro. Una de las marcas más clásicas, Bombay Sapphire London Dry Gin, nació de una receta del año 1761 cuyo secreto reside en la mezcla de diez componentes botánicos que le dan personalidad al destilado de maíz. Se destila puro, y la infusión consiste en el paso de vapor de la bebida a través de los exquisitos botanicals, por lo que logra así la redondez, la sutileza, y la versatilidad ideales para combinarlo o lucirse, prácticamente puro, en los cócteles más simples y exitosos. Martini mítico, refrescante Gin Tonic, Tom Collins, Alexandre y los más novedosos, los de moda. Para el cremoso Sapphire Silk, batir con hielo 50 ml de gin, 25 ml de licor de frutilla y 50 ml de crema de leche; servir en copa de Martini. Usar siempre el gin helado. Los botánicos que entran en este gin no pueden ser más sofisticados: bayas de enebro de Italia, limones y almendras de España, semillas de coriandro de Marruecos, corteza de cassia de Indochina, cubeba de Java, granos del paraíso del oeste de Africa, raíces de regaliz de China, entre muchos otros, se equilibran, en un todo seco y delicado, potenciado o suavizado en las mezclas del bar.






