
El despertar de la criada / Cómo ver la obra
Las pinturas más famosas de la pinacoteca mundial y del patrimonio de los museos argentinos explicadas cada semana por prestigiosos especialistas. Una clase sensible y sencilla sobre los datos que hacen de un cuadro una obra de arte
1 minuto de lectura'
Sobre una superficie plana el pintor ordena líneas, tonos y colores. Composición que, cuando es acertada, atrapa la mirada. Luego, el tema. Aquí, El despertar de la criada, un desnudo monumental –por la proporción entre el cuerpo y el espacio que abarca– sentado en la cama en una habitación despojada. En la pintura, el desnudo está firmemente ubicado porque lo unen a los bordes del cuadro líneas verticales y horizontales, y sutiles correspondencias. Por ejemplo, el lazo blanco que cae vertical a la derecha y que se prolonga en el barrote de la cama, encuentra su eco en la vela apagada de lado izquierdo, en el borde del cuadrito arriba y en la pata de la mesa. Los bordes de la cama se continúan en los brazos y la mesa.
La masa de sombra en el ángulo superior derecho se prolonga en una línea imaginaria hasta la base, pasa por la sombra de los senos, y divide el cuadro armónicamente.
El desnudo está construido apoyándose en una poderosa diagonal imaginaria que une los ángulos opuestos de la tela. Los moños blancos del sombrero hacen el mismo dibujo que las piernas cruzadas, y junto con las manchas claras del desnudo, las sábanas y la vela son los claros. Los medios tonos de un lado y los negros del otro. El claroscuro modela la figura y crea el espacio sin romper la unidad de la composición. La materia con que el cuadro está pintado, óleo, apenas vela la superficie.
Una criada que al levantarse, sentada en su cama, se va a poner las medias.
A pesar del tema con implicancias sociales, la pintura no tiene nada de panfleto. Por el contrario, la sensualidad del desnudo, que encuentra su equivalente en las sábanas revueltas de la cama, es un canto a la vida.
Los pechos frescos contrastan con los pies encallecidos y cansados de llevar los zuecos que están allí. Sobre los grises que bañan la composición, rosas y ocres, únicos colores cálidos de la pintura, están en la piel palpitante.
Cuando Sívori mostró este cuadro en la Sociedad Estímulo de Bellas Artes se habló de pornografía. No se exhibió en público. Los críticos, cegados por la moralina de la época, no vieron que la sensualidad indiscutible de la pintura es elevada a un plano universal y trascendente por su rigor estructural, por el contenido abstracto que se apoya en un implacable plan geométrico y tonal.
El autor es artista plástico. En 1975 obtuvo el Primer Premio en la Bienal de San Pablo
Eduardo Sívori
Pintor y litógrafo argentino (Buenos Aires, 1847-1918). Introdujo el grabado al aguafuerte en nuestro país. En sus trabajos plasmó elementos del neoclasicismo, el romanticismo y la mirada social del realismo
Datos útiles
- Nombre: El despertar de la criada
- Año: la obra se realizó en 1887.
- Tecnica: óleo sobre tela.
- Medidas: 1,98 m de alto por 1,31 m de ancho.
- Dónde verla: en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), 1er. piso, sector de arte argentino del siglo XIX y comienzos del siglo XX.
1
2El paraíso favorito de las cucarachas: este es el aparato que se usa todos los días y que más atrae a estos insectos
3¿Es pinsa o pizza?: un grupo de amigos descubrió esta variedad romana y la de mortadella y pistachos es famosa en el barrio
4Navegó a la Antártida, descubrió el poder del silencio y detalló cómo fue vivir con nueve amigos en un velero


