En la riviera francesa
La Riviera Francesa o Costa Azul, en el sudeste de Francia, es el lugar que más turismo recibe durante el final de la primavera para aprovechar los primeros rayos de sol.
El festival europeo de cine internacional en Cannes atrae actrices, modelos, directores y fans del cine, y llena la ciudad de glamour y fiestas de todo tipo.
Luego de la semana del cine, continua la conocida carrera de Fórmula 1, en el principado de Mónaco, el circuito callejero más famoso del mundo.
Mónaco es un paraíso fiscal libre de impuestos a la propiedad y al inmueble, razón por la cual atrae la residencia de numerosas celebridades. La semana de la carrera la ciudad se llena de turistas y fanáticos fierreros, y el tránsito es bastante denso ya que las calles están cortadas.
Para los que quieran ver el circuito desde un punto estratégico hay disponibles en Montecarlo todo tipo de departamentos para alquilar durante la carrera.
Paseos por el puerto con sus espectaculares barcos y tragos al final de la tarde en sus agitados y divertidos bares son algunos de los must del lugar. Visitas al jardín de plantas exóticas de Mónaco Ville, el palacio del príncipe reinante y el museo oceanográfico son buenas actividades diurnas.
A la hora de comer, el plato típico monegasco es Le Socca, una suerte de fainá finito hecho en una paellera grande que se encuentra en casi todos los restaurantes del principado. Para los más sibaritas, el restaurante del Hotel Metropole con una estrella Michelin, a cargo del conocido chef Roel Robuchon, es una parada estratégica aunque poco económica. Y para la noche, la discoteca Jimmy’s.
A la hora de empacar sumen vestidos vaporosos con campera de cuero, sandalias chatas con vestiditos cortos o polleras largas. Inspirarse en los looks de los 50 y 70 y llevar accesorios como turbantes, canastos para la playa, trajes de baño enteros, pañuelos y anteojos gatito en blanco. Para la noche, todo está permitido. Reinan los excesos y nada es demasiado.
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