La reina Máxima Zorreguieta deslumbró en un banquete con un sofisticado vestido bordado y una tiara de diamantes
El martes 15 de abril los reyes de los Países Bajos ofrecieron una cena en el Palacio Real de Ámsterdam en el marco de la visita del sultán de Omán, Haitham bin Tariq; la princesa Amalia también dijo presente
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LA NACION
El martes 15 de abril, el rey Guillermo Alejandro y la reina Máxima recibieron en los Países Bajos al sultán de Omán, Haitham bin Tariq, en el marco de su visita de estado al país. El acto de bienvenida se realizó en la plaza Dam de Ámsterdam, donde se entonaron ambos himnos nacionales. Caída la noche, se realizó un banquete de estado en el Palacio Real de Ámsterdam del que participaron los reyes, su hija mayor, la princesa Amalia, la primera en la línea de sucesión del trono, y el sultán de Omán. Como se trató de un evento oficial, Zorreguieta lució una de las tiaras de su colección y la combinó con un espectacular look de gala en blanco y plata que causó furor.
Para oficiar de anfitriona en el banquete de Estado, la reina Máxima lució elegante y sofisticada con un vestido blanco bordado de Mahpara Khan. Se trató de un diseño personalizado para la monarca con mangas largas y un distinguido bordado de patrones mogoles combinados con trabajos de dapka, naqshi, resham y gota en tonos plata y marrones. Originalmente, era un conjunto de dos piezas de top mangas tres cuarto y falda amplia, pero fue adaptado para que Zorreguieta pudiera usarlo y cumplir con las reglas del protocolo de la realeza.
Al tratarse de un evento de estado, la monarca lució la insignia de la Orden de Oman junto con varias joyas incluidas una distinguida y corona. Lució la tiara de perlas ornamentadas conocida como Württemberg (Württemberg Ornate Pearl Tiara), una pieza que se confeccionó en 1897 para la reina Guillermina, bisabuela del rey Guillermo Alejandro, con perlas y diamantes. La combinó con unos aretes colgantes del mismo juego y un collar con cinco vueltas de perlas blancas. Al cabello lo llevó peinado hacia un costado y con un elegante rodete bajo y finalizó con un maquillaje en tonos marrones para los párpados y un rosa oscuro para los labios.
La reina estrenó este vestido en junio de 2023, cuando asistió con su marido y su primogénita a la boda de Hussein, el hijo mayor del rey Abdalá II, heredero de Jordania, con Rajwa Al Saif. En dicha ocasión lo combinó con la tiara Stuart.
Por su parte, para el banquete de Estado, su hija mayor, la princesa Amalia, optó por un elegante vestido color lavanda con capa de Safiyaa, una de sus firmas predilectas para los vestidos de gala. Llevó el cabello prolijamente peinado en un semirecogido con unas ondas en las puntas y lució sobre la cabeza la corona Mellario, una pieza de 1888 hecha de diamantes y rubíes por encargo del rey Guillermo III de Holanda para su esposa, la reina Emma. Agregó los pendientes, el prendedor y el brazalete del conjunto con la Orden del Renacimiento de Omán.
Durante la jornada del martes, la reina Máxima tuvo más de un cambio de vestuario. Así como a la noche se vistió de gala para el banquete de estado, durante la mañana, para el acto de bienvenida al sultán de Omán en la plaza Dam lució sobria y elegante, con un look en blanco y negro. Vistió una chaqueta blanca bordada, que usó el 29 de abril de 2004, cuando aún era princesa, para la boda de su cuñado, el príncipe Friso y la princesa Mabel, y la combinó con una falda negra hasta las rodillas. Se recogió el cabello hacia un costado para lucir una pamela negra. Además, agregó guantes negros y un par de stilettos en el mismo color y unos aretes colgantes de perlas.
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