Ganaron 6 millones de dólares en la lotería, pero su sueño se derrumbó y quedaron en la ruina

Un matrimonio escocés creyó tocar la cúspide de la felicidad cuando, en 1997, se convirtió en ganador del primer premio de la lotería, cuyo monto era de casi seis millones de dólares.

Entonces, Barry Chuwen y su mujer Jenny se transformaron en los mayores ganadores de ese juego de azar de toda la historia de Escocia. Pero la fortuna no duró para siempre y la pareja tampoco. Hoy ambos se encuentran prácticamente en la ruina y él acaba de anunciar que además se encuentran separados.

En 1997, Barry y Jenny sintieron el beso de la suerte cuando se llevaron 4,8 millones de libras esterlinas, casi seis millones de dólares, tras ganar el premio mayor de la National Lorry. Él, que entonces contaba con 27 años, y tenía una peluquería en el centro de Glasgow, decidió regalar su negocio a sus empleados y comenzó una nueva carrera como inversor y agente inmobiliario.

Con inversiones y esfuerzo, el matrimonio había alcanzado a juntar una fortuna de unos 35 millones de dólares. Pero la crisis financiera que atravesó el país -y gran parte del mundo- en 2008 logró diezmar la millonaria cuenta de Barry y Jenny, según contó el medio local Daily Record. En 2020, una de las empresas que tenía él, MQ Estate Agents Limited, entró en liquidación.

Al tiempo de ello, agentes reguladores de organizaciones benéficas pusieron la lupa en The Teddy Bear Foundation, una organización sin fines de lucro que fundó el matrimonio para ayudar a niños con discapacidades.

La auditoría sobre la organización benéfica y todos los desacoples económicos que hicieron que la fortuna se esfumara como por arte de magia, convirtieron al matrimonio en un foco de tensiones y problemas. “Las discusiones sobre esto nos han causado mucho estrés a Jenny y a mí, además de las presiones relacionadas con los negocios y un período prolongado de mala salud”, reveló el hombre al citado medio.

Se esfumó la fortuna y el amor también

Pero no solo los problemas financieros hicieron que la pareja terminara en una crisis irremontable. “También reconozco que durante este momento difícil de nuestras vidas desarrollé una relación con alguien que conocí a través del trabajo”, confesó Barry, que luego añadió: “Me disculpé con Jenny y nuestros hijos y espero seguir siendo un padre amoroso para ellos a medida que crezcan”.

Hoy, Barry y Jenny cuentan con 54 años y tienen tres hijos: Harvey, de 15, Kelly, de 17 y Lois, de 21. Y luego de haber tocado el cielo con las manos llenas de billetes, llegó el momento de negociar los bienes correspondiente a la separación. En especial está en juego la residencia que ambos compraron al sur de Glasgow, que por su lujo y elegancia era de las más admiradas por los vecinos.

La casa, que está valuada en 2.100.000 dólares, se encuentra ahora en venta. Y cuenta con una historia que habla también del triste recorrido de sus dueños. Sucede que antes de ganar la lotería, y fascinado por la estampa de esa imponente propiedad, cada vez que pasaba frente a ella, Barry le repetía a su Jenny, entonces su joven novia, que un día ambos serían los dueños de esa mansión.

Hoy, la venta de ese inmueble representa el amargo final de una pareja que, después de tenerlo todo, se quedó con las arcas casi vacías y el corazón roto. “Todo el mundo piensa que ganar la lotería es una garantía de felicidad, pero muchos ganadores saben que no siempre es fácil”, reflexionó un amigo de la pareja, que habló con Daily Record.

“Barry y Jenny han disfrutado los buenos momentos pero, como todos los demás, pueden surgir problemas que resultan insuperables. Tienen una familia encantadora y ayudaron a muchas personas a lo largo del camino pero, desafortunadamente, este es un desafío que no han podido superar”, añadió el hombre conocedor de la historia de la pareja.

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