Te acercamos la segunda entrega con ilustradoras argentinas que nos topamos en muestras, libros, revistas y hasta vajilla. Ellas nos cuentan sus historias y su amor por la vocación
1 minuto de lectura'


La semana pasada te invitamos a descubrir distintas propuestas de ilustraciones para decorar tu casa. Hoy continuamos con la segunda parte, para aquellos que aún no las descubrieron, para que se animen a descubrir a estas creadoras jóvenes que cada día se desafían a sí mismas, y logran conmovernos en su hacer.
Ana Laura Pérez, amor por el grafito | "Creo que todo empezó porque me gustaba mucho dibujar", recuerda Ana Laura Pérez. "En un momento empecé a darme cuenta de que, además de ser algo que amo, podía trabajar de lo que más me gusta, por más que suene muy cliché". En ese entonces, la futura ilustradora cursaba diseño de indumentaria, y sin experiencia laboral, comenzó a trabajar como ilustradora. "No me acuerdo bien cómo se fue dando todo, creo que en el fondo fue todo muy natural". A la hora de definir su técnica, Ana Laura explica que le gusta mucho dibujar con grafito. "Uso mi portaminas aun para hacer los dibujtos más complejos y grandes. Es mi herramienta principal, si bien a veces sumo otros elementos como acuarelas, collage o lápices de color". Así, sus dibujos tienen un gran componente de gris y negro, con toque sutiles y oportunos de color. "Me gusta elaborar texturas y sensaciones a través de mi forma de dibujar", explica, y cuenta que hoy su trabajo se divide en tres campos, que muchas veces se entrecruzan: textiles y estampas, medios gráficos (revistas y diarios), y su trabajo personal, en formato más grande. Es este ámbito el que más explora hoy en día, gracias a un taller que la obliga a cuestionarse para encauzarse hacia nuevos e inesperados horizontes. Y en buena hora.
Seniorita Polyester, una dulce niña con cuchillo | Conocida como Seniorita Polyester, de esta ilustradora sabemos que es argentina, que hace cinco años reside y trabaja en Costa Rica y que su obra despierta fanatismos (algunos de sus seguidores se han tatuado sus dibujos). "Comencé a ilustrar creo que de casualidad", escribe a la distancia. "Un día se me ocurrió que sería divertido crear un personaje a modo de alter ego, y así sucedió". Lo que sucedió fue una mujercita de cabello negro, corte carré, vestido de Alicia en el País de las Maravillas y, acaso como talismán, uno o varios cuchillos. Todo enmarcado en un clima perturbador donde por momentos aparecían elementos recurrentes como conejos, tazas de té, gatos y árboles. Una dulzura maléfica. Luego vendrían sus ilustraciones de otros tantos personajes y propuestas para revistas, libros, instalaciones, muestras y clientes diversos. Honesta y personal, en Facebook e Instagram postea dibujos, ideas y fotos siempre ocurrentes e intrigantes: recortes de su vida personal que le suman mística a un personaje que se funde con su creadora. En cuanto a la técnica, Seniorita afirma carecer totalmente de ella. "Desearía tenerla de hecho, pero primero me gustaría tener perseverancia para desarrollarla". Entre sus proyectos se cuentan plasmar sus ideas para aplicar en pequeños franzines, perfeccionar el personaje de la seniorita, crear otros nuevos, y dibujar e ilustrar para sí misma.
María Elina Méndez, honor al grafito | Si bien dibujar fue siempre parte de su vida, el acercamiento a la ilustración profesional tardó en decantar para María Elina Méndez. Luego de cinco años como realizadora escenográfica, surgió una necesidad interna que la llevó hasta talleres de ilustración, donde empezó a producir objetos ilustrados. "De a poco, los trabajos fueron llegando", recuerda hoy. "Al principio usaba todo tipo de técnicas, pero en un momento tuve la necesidad de ordenarme y elegir la herramienta que creía más básica. Así fue que me decidí por el lápiz negro o grafito, en el cual encontré una cantidad enorme de posibilidades". Aún hoy en día, María Elina trabaja en lápiz sobre papel, en ocasiones sumando algunos colores en acrílico, con el deseo de paulatinamente ir acercándose a la pintura. Sus ilustraciones fueron aplicadas a diversos tipos de objetos, entre ellos las estampas textiles de una marca de indumentaria japonesa. Hoy trabaja en la adaptación de un cuento de los Hermanos Grimm a historieta para primeros lectores (Editorial Común), su primer acercamiento a la novela gráfica. Su trabajo puede verse en la Galería Mar Dulce, y sus obras se venden en tiendas virtuales Society 6 y Etsy.
Florencia Delboy, el lenguaje de cada obra | El verano de 2007, una editorial le propuso a Florencia Delboy trabajar en las imágenes de una colección de cuentos infantiles, trabajo que realizó junto a Agustín Sciannamea, también ilustrador. "Fue un gran desafío para mí interpretar y representar con imágenes universos creados por otra persona. Resultó ser una experiencia muy enriquecedora que me animó a seguir adelante en esta ocupación", relata hoy. Con el correr del tiempo, fue encontrando una técnica que hoy define como "variada y experimental. Utilizo diversas herramientas que me ayudan a obtener resultados inesperados. Pienso e investigo mucho antes de sentarme a dibujar. Busco y modelo historias, lugares y personajes que tengan algo que me interese contar", detalla Florencia. Sus ilustraciones no solo se plasman en papel, sino también en diversas piezas que van de macetas a vajilla, y que tienen su seña distintiva de autor. Muchas de ellas hoy se encuentran en Reunión, un espacio que comparte con amigas y diseñadoras en Belgrano. Actualmente trabaja en diversos proyectos, y se declara afortunada por estar rodeada de amigos con muy buenas ideas.
1Efemérides del 27 de diciembre: ¿qué pasó un día como hoy?
- 2
Cuántos días se pueden guardar los sándwiches de miga en la heladera: los mejores trucos para conservarlos
- 3
La extraña teoría de un científico de la Unviersidad de Columbia sobre el primer contacto con extraterrestres
4Fue modelo, estudió en París, su ropa mezcla artesanía con pop y la eligen desde Lali a Moria Casán: “En Argentina somos bastante tímidos”






