
Koremblit
Ensayista, presentador, Premio Nacional y Municipal de Literatura, amigo de Borges y de otros grandes... La conversación con el autor de -entre otros- La torre de marfil y la política y El humor, una estética del desencanto puede tomar derroteros imprevisibles, pero siempre es un placer
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1. Para espantar las penas, ¿hay que nombrarlas?
-Puede nombrárselas, pero lo indicado es invocar a Séneca: Sobrelleva con resignación lo que no puede ser cambiado.
2. ¿Nunca se sintió profeta, como el otro Ezequiel?
-¡Nadie es profeta en su charca! Además, no sólo soy Ezequiel, sino Estequiel.
3. Lo que sí es seguro es que no se parece al Bernardo de El Zorro.
-La palabra le ha sido dada al hombre para disfrazar el pensamiento. ¡O su falta de pensamiento! Yo, si fuera mudo, engañaría por señas.
4. ¿De chico era el primero de la clase?
-Sí, pero ya se sabe: los últimos serán los primeros.
5. ¿Sufrió los embates del acné?
-Sí, los sufrí, tenía tanto acné que fui condecorado por la Junta Nacional de Granos. Pero ahora, gracias a la lecitina tengo un cutis de colegial, ¿ve?
6. ¿Prefiere disertar en sánscrito o en esperanto?
-No, no. Esos idiomas los uso para la intimidad.
7. ¿La Edad Media sería tan oscura como la pintan?
-En los denostados siglos medios florecieron, y frutecieron, François Villón, Maimónides, Leonardo, Dante... Y se construyó la milagrosa pero existente mezquita de Córdoba.
8. ¿Lo suyo por la paradoja es atracción fatal?
-La paradoja suele ser una mentira que vive a expensas de sus encantos, pero es de lo más coherente, como creo haber demostrado en mi libro Coherencia de la paradoja.
9. ¿Eligiría tomar el té con Freud o con Einstein?
-Con Einstein, en una sola taza y con la misma cucharita. Con Freud, no; en un diván me atragantaría.
10. ¿Y con qué filósofo griego compartiría un baño de vapor?
-Es suficiente, y bastante, lo que se transpira leyéndolos...
11. TV: ¿sí o no?
-No. ¡Necesitaría ahora el auxilio del lexicólogo y lexicólatra Joyce para dar con una negativa más rotunda que el no!
12. Entre nos: ¿nunca vio ni una telenovela?
-Entre nos, y entre vos, y entre tos y tos: no.
13. ¿Sabe cambiar el cuerito de una canilla?
-No sé qué es eso. Si lo supiera... lo tiraría, como hacen las curanderas.
14. ¿Usa bata de seda?
-Sí... Y en ciertas circunstancias, es mayor el placer de quitármela que el de ponérmela.
15. Tres medidas para arreglar el mundo.
-¿Tres? Existen miles de leyes para hacer cumplir nada más que Diez Mandamientos. ¡Una desproporción indignante y escandalosa! Pero si se piden tres, que sean: la ética, la estética y el romanticismo.
16. ¿Había que entrenarse para discutir con Borges?
-Ni entrenarse ni discutir: había que escucharlo. Y leerlo.
17. ¿A modesto no hay quien le gane?
-El inolvidable crítico Jorge D´Urbano decía que yo era como Mussorgsky, Modesto.
18. Ser o charlar: ¿ésa es la cuestión?
-Se debe ser; y hablar, no charlar, con reflexión y fruición.
19. Me dijeron que odia los adverbios.
-¡Los detesto! Quienes los usan ignoran teología, y creen que en el principio fue el adverbio, cuando bien se sabe que fue el Verbo.
20. ¿Los números de la Cábala gobiernan el universo?
-Es probable, pero según Virgilio, Dios prefiere el número impar. ¡Es más divertido!
21. ¿Se lo extraña a César Tiempo?
-No puedo reponerme de su ausencia... Era una inteligencia en ascuas y un corazón generoso, un maestro en toda la dimensión del término.
22. ¿Cuál es su sueño dorado?
-Disertar con un traductor a mi lado, para que traduzca todo lo que digo al castellano.
23. ¿La curiosidad mata al hombre, o lo mantiene vivo?
-Es una falsa disyuntiva... Así como la confianza mata al hombre, pero la desconfianza no lo deja vivir, con la curiosidad pasa lo mismo.
24. ¿Es más importante la humanidad o la persona?
-La humanidad. ¡Pero todos los que uno es constituyen la humanidad!
25. Con tanta práctica, ¿por qué los políticos no hacen mejor el verso?
-No me acerco a un político ni separado por una vara de tres metros... No han mejorado ni el verso ni la prosa porque si estuvieran facultados para hacerlo, no serían políticos.
26. En una conferencia, ¿coquetea más con el público o con las palabras?
-En una sesión de hipnosis, quiero decir en una conferencia, coqueteo con el público hablando sin coquetear con las palabras.
27. ¿Cambiamos mucho desde la época de las cavernas?
-Sí, mucho, en el campo científico; pero no en el moral ni en el espiritual...
28. ¿Una manía a la hora de escribir?
-Pedir "a los santos del cielo que ayuden mi pensamiento", Martín Fierro dixit. Y a Proust, la forma.
29. A la inspiración, ¿hay que enseñarle quién manda?
-Imposible: ella lo sabe y lo decide todo. Somos nosotros los que debemos aprender sus enseñanzas.
30. Un instrumento musical con el que vibra.
-Las palabras de la que nos ama.
31. ¿El regalo más estrafalario que recibió?
-Un Diccionario de Lugares Comunes, execrados sean. Nunca lo leí.
32. La comida que pediría en un agasajo.
-Cualquiera que cumpla la sabia receta: reduce tu abdomen, aumenta tu gracia.
33. ¿Usted es un señor antiguo, moderno o posmoderno?
-Posmo, jamás; ni hebreo ni dormido. Lo que importa es ser pantemporáneo, esto es, de todo tiempo.
34. ¿Lo asusta más el relámpago o el trueno?
-Ninguno de los dos. Al contrario, me gustan... Uno y otro vienen durante el amor.
35. ¿Qué lo horroriza de la estética actual?
-Lo apócrifo, lo que se hace como si fuera estético.
36. ¿Se imagina conviviendo con un robot?
-Sí, si obedece mis prescripciones de la inteligencia y el refinamiento.
37. ¿Cómo se llevan el lenguaje y la Real Academia?
-Bien. En el escritor, la perfección del idioma convive con la invención de palabras. Un poco de contaminación en la atmósfera hace más bella una puesta de sol.
38. ¿Cuál es la virtud más aburrida?
-Todas las que van contra la sensualidad, el amor y la ginolatría, que, por si no lo sabe, es la adoración de la mujer.
39. ¿Qué me haría si le digo: Pienso de que...?
-Nada, soy indulgente. Me defendería tapándome los oídos, que no son castos, no, pero sí delicados.
40. La última pregunta: ¿recuerda el momento más estremecedor que vivió?
-Sí, lo recuerdo. Ahora no quiera saber cuál fue: dijo que ésa era la última pregunta.






