La culebra, uno y trino

Si hubiera que elegir un solo cigarro para poner en una vitrina de exposición, el elegido no sería uno, sino tres: esta trinitaria paradoja remite a la estrambótica culebra que es uno y tres cigarros al mismo tiempo.

La explicación hay que buscarla en la inventiva de los obreros tabacaleros cubanos del siglo XIX, a quienes las fábricas concedían el permiso de retirar un cigarro por día para su uso personal. Los torcedores idearon entonces el siguiente truco: enroscando tres panatelas una con la otra, obtenían un objeto que hubiera hecho las delicias de los topólogos, cultores de esta moderna rama de las matemáticas especializada en objetos como la cinta de Moebius, que tiene una sola cara y un solo borde, o la pesadillesca botella de Klein, donde distinguir el adentro del afuera es imposible. El objetivo de los educados obreros del tabaco no era, de todos modos, especulativo, sino práctico: con su cigarro triple, lograban flexibilizar el permiso de la fábrica y llevarse a casa un cigarro capaz de alegrar al abuelo y al cuñado, sin por eso dejar sin su puro al torcedor; efectivamente, la culebra se desarma fácilmente, dejando en manos de cada quien una curiosa espiral de 6 pulgadas de largo (tienen que creerme, ya que medirla les resultará complicado) y 33 sesenta y cuatro avos de pulgada de diámetro. La fábrica ginebrina Davidoff elabora, en la República Dominicana, una culebra ajustada a esta tradición, el Special C, cuya unión se refuerza con dos vistosas cintas de raso amarillo en los extremos y cuyo conjunto se presenta en una cajita de madera que cuesta, en el mercado argentino, $ 44. Es un tabaco más bien fuerte, muy sabroso, que hay que mantener perfectamente humidificado para que el desenrosque sea exitoso y el disfrute, perfecto. Además de la graciosa historia de su origen, la culebra tiene un par de leyendas agregadas: una, es la de su uso en la Inglaterra de fines del siglo XIX para cerrar tratos entre tres caballeros; a la manera de una pipa de la paz, el cierre de un negocio o acuerdo se sellaba entre las partes desarmando una culebra y fumando cada cual su panatela. La otra leyenda la aporta el más famoso de los fumadores de culebras de la segunda mitad del siglo XX, el francés Jacques Lacan, renovador del psicoanálisis y pensador de fuste que, según dicen, no fumaba otra cosa. No es raro que Lacan, interesado como Freud en la mitología, pero también en las matemáticas modernas, haya encontrado tanto resonancias míticas cuanto topológicas en este simbólico cigarro que es uno y trino a la vez.

Recortes

Mariscos patagónicos

Costa Patagónica amplió su local que fue, en principio, el simple despacho de frutos de mar de Robert Crusson, bretón especialista en cría de bivalvos. En un local vecino están los viveros que mantienen en condiciones ideales ostras patagónicas, ostras especiales, almejas rosadas y reales, vieiras, mejillones y cholgas. Se venden frescos al minoreo y a los restaurantes y hoteles, así como langostinos de Tierra del Fuego y pulpitos, y a veces espléndidos meros o chernia, según el momento del año, nunca nada congelado. Para comprobarlo, sentarse y pedir una composición de mariscos frescos ($ 41 para dos); llega con pan casero y manteca fresca, ideal con un chardonnay fresco. Puede contratarse el bar de ostras para casa o comprar por delivery. Alvarez Thomas 1895, Capital, 4554-4034.

Antipasto listo

La empresa Cemcuyo, con el apoyo del INTI, y bajo estrictas condiciones de elaboración artesanal, presenta antipasti vegetales, pastas untables y otras preparaciones de la culinaria mediterránea. La caponata de berenjenas, los tomates secos a la siciliana en aceite de oliva, la peperonata, una pasta de berenjenas y tomate y una de aceitunas negras con alcaparras, variante de la tapenade provenzal, siguen recetas tradicionales italianas. Con las Delizia Pronta se arma un antipasto completo, que no contiene ningún ingrediente químico. Se venden en las delis y supermercados, alrededor de $ 3,50 hasta 5. Pronto sacarán la mostarda, una conserva de frutas con mostaza y vinagre típica de la ciudad de Cremona, Italia, especial para acompañar carnes frías y embutidos. Informes por el 4765-6959.

Virginia Elizalde

Recomienda

• Tirarse de un avión en paracaídas.
• Bucear con la pareja.
• Estar un domingo de lluvia con la familia, tirados en la cama mirando videos.
• Escuchar buena música, en especial a Freddy Mercury.
• Ver un atardecer en la playa con la familia.

Por Daniel Samoilovich

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