La pasión rompe el hielo

Sé que no es muy serio revelarlo, pero todo esto lo hice porque mi hija es una loca del patín sobre hielo y en Buenos Aires casi no había lugares donde practicarlo", cuenta Roberto Schottlaender, presidente de Ice Skate Café, la nueva pista de patinaje que se instaló en plena zona comercial de la ciudad, más precisamente, en el Shopping Abasto.

No sólo fue el amor por su hija lo que resolvió que Schottlaender se pusiera manos a la obra. Un estudio de mercado que le tomó cerca de ocho meses le marcó que el negocio era redituable; que el patinaje sobre hielo -pese a la experiencia de auge y caída que este deporte/entretenimiento vivió a mediados de la década del 80- no tenía otro futuro que muy bueno. "La gente está interesada, sólo es cuestión de hacer las cosas bien", dice, seguro de sí, Schottlaender.

No se anduvo con chiquitas y además de invertir más de $ 300.000 en el Abasto, la empresa contrató a una ex campeona argentina de patinaje artístico -modalidad en pareja- y ex Holiday on Ice como directora del Programa Hielo, como llaman a las sesiones públicas, a las clases de patinaje artístico y de hockey.

Es cierto que la pista Ice Skate Café (lo de café quedará para otra oportunidad - en el shopping hay de sobra-), corre con ventaja en relación a sus competidores (las tradicionales Alpina Skate, My Way y Winter), ya que el centro comercial le aporta un enorme caudal de gente que no llega, en principio, especialmente atraída por el hielo, pero que sí está ávida de tentaciones y no se resiste a volver.

"La difusión que da la televisión del deporte -sobre todo ahora con lo de las Olimpíadas- ayuda a que la gente tenga ganas de acercarse. Es que, además de hermosa, se trata de una actividad realmente completa. Tanto que para muchos llega como una terapia motriz o cardiovascular", sintetiza Nuria Vasallo, la directora y campeona argentina de patín en los años 1975, 76, 77 y 78.

La anécdota de Nuria calza al dedillo: "El multicampeón norteamericano de patinaje sobre hielo Scott Hamilton fue a su primera clase de patín tomado de la mano de su mamá que así seguía los consejos del médico de Scott que prescribía patín sobre hielo para su agudo problema motriz. Es obvio que lo superó con creces".

Nuria tiene 40 años y patina desde los 4, cuando no tenía otra opción que calzarse los de rueda ya que no había pistas de hielo por estos pagos. A los 16 años comenzó a estudiar de forma metódica en el Club Gimnasia y Esgrima y a los 21 pudo audicionar para el Holiday y partir rumbo al mundo, aventura que duró algo más de ocho años.

Mientras mira de reojo a su nena deslizarse delicadamente sobre la pista, Nuria coordina el equipo de monitores (son los jóvenes que ayudan, dan consejos, levantan gente del suelo y paran viajes descontrolados) y las clases particulares o grupales de patín artístico y hockey -estas últimas, a cargo de Martín Britos, integrante del seleccionado argentino de patinaje sobre hielo-.

A diferencia del resto de las pistas que todavía hay en Buenos Aires, en la del Abasto no hace frío, por lo que se pueden dejar los guantes de lana para otra oportunidad. Otra cosa que no hay -y no es necesariamente una carencia- es música, salvo para las clases de artístico. Suele resultar un alivio.

Y si bien todavía no hay espectáculos con trajes llamativos, muchísima gente se acoda en la baranda de la pista para mirar a patinadores principiantes (los más) y avezados.

Aunque parezca difícil de creer, pasar de un nivel a otro no implica una camino demasiado arduo. "Con un poco de concentración un principiante puede estar patinando 40 o 50 minutos después de haberse calzado los patines por primera vez. La clave está en sólo caminar, así se llega a patinar casi sin notarlo", asegura la experta Vasallo.

Para no despistarse

Ice Stake Café. Shopping Abasto, Av. Corrientes y Agüero; 4959-3650. Todos los días, de 10 a 0.

Precios: $ 5 cada 50 minutos para los menores de 13 años; $7 para los mayores después de las 17, antes $ 5.

Clases de patín artístico:todos los sábados, una hora y media ($ 80 por mes).

Clases de hockey: todos los jueves, una hora y media ($ 80 por mes). Clases particulares:$ 15 (20 minutos e incluye la pista).

Alpina Skate. Av. Rivadavia 7431; 4611-6054 /9218. Domingos a jueves, de 12 a 0; viernes y sábados, hasta las 6.

Precios: $ 6 tiempo libre los días de semana; $ 8 fin de semana.

Clases de patín artístico:$ 5 la hora más la pista (hay abonos).

Clases de hockey: de lunes a jueves, a las 22. Cuando se es habitué, las clases son gratis. Descuentos y promociones, en www.alpinaskate.com.

Los viernes y sábados, a la noche, el lugar se transforma en pub y boliche.

Winter. Yerbal 1617; 4631-7883. Domingos a jueves, de 11 a 23; viernes y sábados, hasta las 5.

Precios:$ 6,50 la hora;$ 8 tiempo libre.

Clases particulares: se coordinan los horarios ($ 5 la hora más la pista).

Cumpleaños infantiles: $ 10 por chico en promedio.

My Way. Cabildo 20;4773-0236 / 4771-7690. Domingos a jueves, de 10 a 0; viernes, hasta las 3 y sábados, hasta las 5.

Precios: $6,50 la hora; $8,50 tiempo libre.

Patinaje artístico para adolescentes: $ 100 (se combinan los horarios).

Clases particulares: $ 10, la hora más la pista.

Cumpleaños: $13 (días de semana)y $16 (fin de semana), por cada chico. Pub y confitería los fines de semana.

Oasis. H. Yrigoyen 8500; 4243-1423, Lomas de Zamora. Domingos a jueves, de 11 a 0; viernes y sábados, hasta las 5.

Precios: $ 6 la hora;$8 tiempo libre.

Clases de patinaje artístico:miércoles y viernes, a las 19. $50 por mes una clase por semana y $70 dos clases. Cumpleaños:$ 10 o $13 por chico.

Los viernes y sábados Oasis se convierte en boliche con DJ incluido. También hay pool y mesas de metegol.