Las mejores frases de Osvaldo Soriano a 24 años de su muerte
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El 29 de enero de 1997 falleció uno de los escritores más populares que tuvo nuestro país durante las décadas del 80′ y 90′: Osvaldo Soriano. A lo largo de su carrera vendió más de 1.000.000 de ejemplares y fue traducido a más de 20 idiomas.
Con una infancia marcada por el nomadismo de su familia que lo llevó a vivir en varias ciudades, Osvaldo terminó instalándose en Tandil donde comenzó su carrera profesional escribiendo para un diario local. A sus 26 años viajó a la Capital Federal para trabajar en Primera Plana, que lo llevó a afianzarse en el periodismo y profesionalizarse.
Luego de publicar sus dos primeras novelas Triste, solitario y final (1973) y No habrá más penas ni olvido (1974), y en el marco de la dictadura militar, se exilió a Europa donde se casó e instaló en París. Junto a Julio Cortázar en 1979, fundó la publicación mensual Sin censura, dedicada al análisis de la situación de los países latinoamericanos.
Ya de regreso a la Argentina en 1984, Soriano comenzó a ser uno de los autores más vendidos en el país y formó parte, unos años después, del equipo de redacción original de Página/12. Sus últimos trabajos fueron la novela La hora sin sombra (1995) y la selección de artículos y cuentos Piratas, fantasmas y dinosaurios (1996). Falleció a los 54 años debido a un cáncer de pulmón.
Las mejores frases de Osvaldo Soriano
- “Las fotos son instantes de la vida que después no encajan en ninguna parte”.
- “Los ideales son la única forma de saber que estamos vivos”.
- “Sin padres, sin infancia, sin pasado alguno, no nos queda otra posibilidad que afrontar lo que somos, el relato que llevamos para siempre”.
- “Me di cuenta que durante mucho tiempo me había olvidado de mí y que por eso no podía hacerle bien a nadie”.
- “La memoria, al elegir lo que conserva y lo que desecha, no sabe de casualidades”.
- “No sé, me parece que siempre llegamos tarde a lo que amamos”.
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