Lazos compartidos

Estos son cinco tipos increíbles que hacen un verdadero culto de la amistad. Ustedes se preguntarán por qué los

reuní. Pues bien, la idea surgió cuando empecé a pensar en las recetas de este número tan especial. Entonces decidí preguntarles a mis mejores amigos que les parecía la nueva carta primavera-verano 2008.

Es cierto: ellos son un buen jurado, o quienes más confianza me dan, pero además era una buena excusa para comer un rico asadito junto a ellos.

Para empezar lo llamé a Pasta –Sergio Dioguardi–, un amigo del alma que representa como ninguno los verdaderos valores del ser. El es actor, malabarista, titiritero... ¡Un genio! Le conté mi idea e invitamos a algunos amigos que había conocido en distintos momentos con él: Martín Seefeld, Federico D’Elía, Alejandro Fiore y Carlitos Fuchs. Todos ellos, actores excelentes, menos el último: él es el típico argentino que en las reuniones hace reír a todo el mundo. Siempre feliz y positivo. Fuchs es un ex puma senior y actualmente se dedica a la gastronomía.

A Martín lo conocí una vez que vino a comer a lo de mi viejo, en Quilmes, en el río. La pasamos tan bien, divirtiéndonos con sus ocurrencias y gastadas clásicas hacia mí, que volvimos a reunirnos otro día en su casa, junto a su familia.

A Fede seguramente lo recordarán de cuando hacía Simuladores; es pensante, tranquilo, sensible... Lo conocí en un asado; había llegado un poco tarde porque venía de jugar un fulbito (según cuentan, es un gran jugador).

Y Fiore... ¿qué les puedo decir? Otro gran tipo, un actorazo.

Párrafo aparte para mi amigo del alma, Pasta, a quien conocí cuando hacíamos Mariana de casa. Un genio de los genios, hermano de la vida, que siempre está presente en todos los momentos difíciles. Sólo me queda agradecerle por tanta amistad, cariño, alegría, coherencia y, sobre todo, por el ejemplo que es para tantas personas. Gracias de corazón, y cuando lo digo se me escapa un lagrimón.

Una vez que llegaron todos, prendimos un lindo fueguito y comenzamos a charlar. Mientras las brasas se calentaban, los reuní. Pasta me dijo que en la carta 2008 no podían faltar la terrina de pollo y zucchine que tanto le gusta como preparo. Martín me sugirió la corvina al grill, pero me pidió que incluyera el carré en croûte de quesos. Ale Fiore optó por el escabeche de liebre y un plato bien argentino: la entraña en sal gorda. Federico recordó el roll de zucchine y ricota que le hice probar un verano en que compartimos lindos momentos. Y el puma Carlitos, un poco goloso, recomendó el semifreddo de mango y el flan de naranja.

Bueno, señoras y señores, vamos a ver qué opinan ustedes y... como siempre, después me cuentan.

A mis amigos de la vida, les mando un abrazo entrañable y hasta el próximo asado.

Por Por Martiniano Molina

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