Liv Tyler, belleza americana

CIUDAD DE MEXICO.– Liv ya había cumplido diez años cuando se enteró de que Steven Tyler era su padre. "Desde que lo conocí, sentí una conexión especial hacia él. Me puse muy contenta al saber quién era realmente", expresa, demostrando su admiración por el cantante, mientras abre esos grandes ojos azules enmarcados en una tez blanca uniforme. Su madre, Bebe

Buell, una antigua groupie (es decir, una fanática admiradora de la banda musical de su papá) y modelo en los 70 fue quien le ocultó la verdadera identidad.

Hasta ese momento, Liv había crecido creyendo que él era sólo un amigo de la familia y que su padre era Todd Rundgren, otro rockero. Fue al darse cuenta de que era muy parecida a Mia, otra hija de Tyler, cuando exigió saber la verdad. "Mi relación con él es muy importante; significa mucho. El se preocupa por mí. También disfruto al tener una familia más grande." Aparte del aspecto físico, Liv comparte otras cualidades son su padre: "Somos adictos al trabajo y tenemos mucha energía todo el tiempo. Además, somos muy curiosos".

Sentada en la terraza del hotel de diseño vanguardista Condesa DF, ubicado en una zona residencial de esta ciudad, la joven actriz lleva un vestido estampado de corte imperio, demostrando toda su elegancia y naturalidad, un estilo que ella misma define como "confortable", con su tono de voz áspero y suave a la vez.

A los 14 años, Liv se trasladó con su madre de Portland, Estados Unidos, donde había nacido, a Nueva York. Allí trabajó como modelo y luego comenzó con las audiciones de actuación. Sin duda, su participación en el video musical de la canción Crazy, de Aerosmith, junto a la actriz Alicia Silverstone, fue el puntapié rumbo a la fama. Luego su nombre comenzó a sonar en la pantalla grande con diversos filmes, como Belleza robada, de Bernardo Bertolucci; Armageddon (Michael Bay), junto a Bruce Willis y Ben Affleck, y más tarde en la trilogía de El señor de los anillos (dirigida por Peter Jackson), donde encarna a la princesa Arwen. "No existe un secreto para ser exitoso en Hollywood. Es importante tener talento, encontrar la forma de expresar lo especial de uno mismo y ser muy trabajador", destaca.

A la hora de aceptar un personaje, Liv opina que su respuesta depende de varios factores: "Uno puede enamorarse del guión o querer trabajar con un determinado director. A veces es un pequeño papel en una historia que te encanta, a veces es querer encarar un personaje que nunca se experimentó". Eso sí, en el momento de verse a sí misma en una película reconoce que es muy crítica.

"Hacer varias cosas a la vez es bueno", sostiene. Sin embargo, en un año con varios proyectos cinematográficos, por caso, Smother (dirigida por Vince Di Meglio) o The Strangers (de Bryan Bertino) más la incorporación de su imagen al lanzamiento del rouge Interdit de Givenchy, la joven actriz no descuida y disfruta de su rol de madre de Milo, de dos años. Pero reconoce que no es fácil, pues un día de filmación le puede demandar 12 horas de trabajo: "Tengo la suerte de contar con gran ayuda: una niñera, un marido; tengo un buen respaldo".

Entorno musical

Casada desde hace casi cuatro años con el músico británico Royston Langdon y crecida en el seno de una familia relacionada con el rock, cuando le preguntan qué le diría a su hijo si eligiera ese rumbo artístico, sonríe y expresa: "Me encantaría si él lo decide. Me gustaría que aprendiera a tocar algún instrumento". Al mismo tiempo, recuerda con satisfacción los primeros momentos en que escuchó cantar a su marido. Asegura que "definitivamente" la conquistó con esa faceta.

Por supuesto, el grupo Aerosmith es uno de sus preferidos. "Me encanta su música de los 70. Toys in the Attic y Rocks son mis discos favoritos. Me gustan todas sus canciones, no una en especial", cuenta y añade que lo mismo le sucede con Sticky Fingers, de The Rolling Stones. "Me gusta el rock clásico, el reggae… ¡pero no la música tecno o dance! No puedo entender cómo hay gente a la que le guste bailar eso. En cambio, con el rock de los 80, como Guns N’ Roses, estoy feliz."

Iconos del cine

Como Audrey Hepburn hace 40 años, Liv Tyler es hoy la musa elegida por la firma Givenchy. Su aparición más resonante fue en el spot publicitario de la fragancia Very Irresistible Givenchy, para la casa francesa, donde representaba a una joven chic durante un día en París. En la actualidad, su rostro acompaña el lanzamiento del Rouge Interdit, de textura satinada y suave, que cuenta con una fórmula innovadora en lápices de labios: cristales líquidos.

Aunque a Liv le gusta lucir elegante cuando trabaja, el resto del tiempo opta por vestirse confortable, sin llamar demasiado la atención. "Tengo un hijo muy chico; por lo tanto, debo sentirme cómoda".

Para Tyler, ganar un Oscar no es una meta. "Pensando en el futuro, me gustaría tener un lugar con animales donde mis hijos puedan estar, con privacidad, en contacto con la naturaleza. Y me gustaría seguir trabajando en esta profesión." Un día perfecto según Liv: "Levantarme a la mañana con mi hijo, cocinar panqueques juntos y dar un paseo con él".

Fotos: gentileza Givenchy y Reuters

Para saber más: www.givenchy.com

Belleza natural

• Liv nació el 1° de julio de 1977.

• Su madre, la modelo Bebe Buell, ex conejita de Playboy en los 70, la bautizó con ese nombre en honor a la actriz sueca Liv Ullmann.

• Desde muy joven fue reconocida por su belleza singular. Mide 1,78 m y es dueña de una figura estilizada y de rasgos suaves y delicados.

• En 1997, la revista People la consagró como una de las 50 personas más hermosas del mundo.

• Confiesa que no tiene grandes secretos de belleza, aunque dejó de fumar hace 5 años (lo hacía desde los 14) para mejorar su piel.

• Odia los piercings y los tatuajes, pero admite que no les teme a las cirugías estéticas.

Por Por Agustina White (Enviada esepcial)

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