
Le gusta el buen fútbol, y por eso tuvo un trabajo ideal estos últimos tiempos: cubrir los partidos del Barcelona
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Con el fútbol se pueden hacer dos cosas: jugarlo o hablarlo. Con Martín Caparrós, tal vez el mejor cronista vivo en español que, además, es muy futbolero, hincha de Boca y simpatizante por herencia del Real Madrid, lo hablamos. Publicó dos libros sobre "la salvajería feliz", como les dice a once tipos corriendo detrás de un cuero inflado: Boquita (2004), con la historia del xeneize, e Ida y vuelta, una correspondencia sobre fútbol (2010), junto al mexicano Juan Villoro durante el Mundial de Sudáfrica. Desde hace más de un año vive en Barcelona y va a ver al Barça cuando juega de local, al sector de prensa, donde está acreditado para cubrir los partidos para el diario Olé. De paso, dice, cumple la fantasía de ser un cronista deportivo.
Estamos sentados en la tribuna del Camp Nou vacío y somos argentinos. No queda otra que empezar por Messi: "Me genera una admiración sin límites que casi nunca llega a ser emoción. Es inevitable compararlo con Maradona. La diferencia decisiva es que Maradona emocionaba, porque hacía todo como si fuese imposible. En cambio, Messi hace todo como si fuese demasiado fácil. Entonces no consigue darte esa sensación de abismo que te daba Diego, que parecía que estaba todo el tiempo caminando en un alambre sobre el Niágara, con viento fuerte en contra y a punto de caer. Messi parece un chofer en una autopista. Debería hacer algo para mostrar lo difícil que es hacer lo que hace, que no es normal lo que hace y que nadie más lo puede hacer."
Brando: A Messi lo ves en la cancha y por TV. ¿Qué diferencia encontrás?
Caparrós: La primera es verlo en vivo tratar a la pelota. La otra diferencia es que por tele se lo ve mejor, porque juega muy cortito, siempre con la pelota pegada al pie y desde cincuenta metros no se ve exactamente qué hizo. Recién te das cuenta bien de lo que hizo cuando lo ves en las repeticiones, porque a veces son movimientos mínimos en menos de medio metro. Lo otro que no se ve en la tele es cuánto tiempo se pasa remoloneando en la cancha. Desaparece del partido y se va a un rincón, se queda ahí, quieto, mirando para abajo, se hace el boludo, como si estuviera todo el tiempo regulando su energía. Si es así, es algo muy inteligente.
¿Es posible decir algo más sobre los tiempos del Barça de Guardiola? Siempre: "Messi es el mejor jugador del mundo y uno de los mejores del Barcelona. En cincuenta años nunca vi jugar tan bien al fútbol como lo hacía ese Barcelona de Pep Guardiola y como, algunas veces, aún juega hoy. Tienen una elegancia que por momentos se transforma en barroquismo", dice.
Brando: ¿Por qué creés que se fue Pep?
Caparrós: Hay muchas versiones, pero dicen que no quería pasar por la situación de tener que clausurar el ciclo, como tal vez le pasa ahora a Martino. Una de las cosas que intentó hacer el Tata es darle mucho menos juego a Xavi, por ejemplo. Para mí es el jugador más importante del Barcelona, incluso más que Iniesta y Messi. Es decisivo en el armado y el manejo de la pelota, pero se está haciendo viejo y Guardiola, en alguna ocasión, le iba a tener que decir "hermano, pasamos quince años juntos, pero ahora te vas a tener que ir". Y no se la bancaba como tampoco se bancaba el monstruito que él había contribuido a crear, que es Messi. Él le había dado todo el poder -y con todo sentido-, pero Messi había tomado mucho más poder de lo que se ve públicamente. Y no creo que Guardiola haya tenido ganas de enfrentarse con eso.
Brando: Y hablando del fútbol argentino, ¿qué te produce Riquelme?
Caparrós: Cuando juega es tan distinto al resto que pagaría solo por verlo quince minutos. Una de las pocas razones para ir a ver a Boca cuando estoy en Buenos Aires es verlo a Román en la cancha. Toca la pelota y ve el fútbol de otra manera. Inventa los espacios que no existían. Pone la pelota donde no hay ningún jugador pero donde va a existir la jugada, con lo cual cambia toda la estructura del partido. Los defensores tienen que tener en cuenta algo que no estaba sucediendo antes de que él tenga la pelota.
Brando: Se acerca el Mundial. [N. de E: la entrevista fue hecha con antelación a que comience el torneo en Brasil] ¿Cómo ves la Selección de Sabella?
Caparrós: Me apena pensar que tal vez no aprovechemos la oportunidad de tener la mejor delantera del mundo. Tenemos a cinco jugadores que en su puesto están por encima de los que tiene cualquier otro equipo. Agüero, Higuaín y Messi, Di María y si querés sumamos a Mascherano.
Brando: ¿Por qué decís que podemos perder la oportunidad?
Caparrós: Temo que Sabella no haga un equipo que se imponga. Porque él cambia el equipo según con quién juega. Y con este plantel debería ser un equipo que saliera y dijera: "Acá estoy yo, arreglate como puedas". Tenemos a cuatro de los seis mejores delanteros del mundo, pero modifica el equipo según el contrario. Es una pena. Me da la sensación de seguir una tradición típica de equipo chico. Pero no somos un equipo chico. Tenemos que jugar como equipo grande en todos lados y contra todos. Tenemos jugadores de sobra para jugar así.






