Integrar espacios de un moto atípico fue una de las soluciones para que una familia lograra el espacio que necesitaba en la casa que quería.
Cuando llegó la quinta integrante a la familia, Silvina y Santiago supieron que había llegado la hora de agrandarse. De las dos opciones que más les gustaron, una se vendió antes de coordinar la segunda visita y a la otra, en esquina, el dueño la ofrecía solamente en alquiler. Tres años más tarde, el bichito de la mudanza les volvió a picar. Recorrieron otra vez las mismas calles hasta que, en esa esquina frustrada y para sorpresa de ambos, encontraron un cartel de venta.
"El mural del hall fue un regalo de cumpleaños: me saca una sonrisa cada mañana cuando bajo a desayunar, me recibe con alegría cuando entro y me tira buena onda al salir."
Silvina, fotógrafa y dueña de casa
“Elevamos la altura del techo y agregamos ventanales para lograr amplitud hacia el jardín. Para nosotros, la proximidad con el verde es primordial. Y me encanta que sea lo primero que veo al entrar”.
El espacio necesario
“La casa nos copaba, pero ya sabíamos que nos quedaba chica”, comenta Silvina, que insistió en arriesgarse igual y afrontar el desafío de transformarla (que lo fue). Con ayuda del arquitecto Nicolás Zullo, sumaron dos cuartos y ganaron un nuevo espacio, un híbrido entre family room y quincho por donde hoy pasa gran parte de la vida de esta familia a la que tanto le gusta recibir.
"Al ampliar la planta alta se generó este espacio, que al principio iba a ser una galería o un quincho. Cuando decidimos cerrarlo con ventanas de vidrio plegables, se convirtió en el alma de la casa: tele, comidas, trabajo, tareas del cole, amigos y asados en familia".
Cocina de un lado, parrilla de otro
“Decidimos mantener las ventanas originales de la cocina, y le adosamos un gran espacio. Pero con el límite vidriado, para mantener la luminosidad y la perspectiva”.
Este sector es el nexo entre la cocina y la sala de estar. La mesa negra con tapa de mármol de Carrara (hecha a medida) hace juego con las sillas de cuero (Bertoni). Las fundas de la colchoneta y el respaldo del asiento amurado se hicieron con telas de Compañía del Comercio.
Cuarto adolescente
“Con la más grande viajamos juntas a Nueva York para un cumpleaños. Me emocionó cuando me pidió, para decorar su cuarto, que enmarcara bien grande esta foto que le saqué caminando por la nieve”.
Suite principal
Cada vez que viaja, Silvina va sumando obras a su serie “Horizontes”. En ellas, además de los recuerdos, siempre están presentes el cielo y el mar, para invitar al sueño.
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