Reincidentes dispara contra Reincidentes

• Menos teoría y más música, de eso se trata el presente de Pequeña Orquesta Reincidentes. Porque llegó la hora de derribar los preconceptos que giran en torno de la banda. La salida de un nuevo álbum, "Traje", y su presentación en la noche de mañana, en el ND/Ateneo, son motivos suficientes para conversar con ellos de aquello que muchos creen que se trata este quinteto. Pero no.

Mientras la banda se sumergía en la búsqueda de una nueva entidad, un lugar común se erigió hasta convertirse en pesadilla, el que asumía que el quinteto, en la transformación de Reincidentes a Pequeña Orquesta, se había dejado influir por la música balcánica y el tango. Y el árbol tapó el bosque. "De todas las cosas que se van diciendo de nosotros va quedando un sedimento que no es propio -dice Alejo Vintrob-, que viene de afuera. Y en algún momento vamos a tener que distanciarnos adrede de eso."

Pero la idea del distanciamiento ya está instalada. "Nosotros tomamos muchos conceptos y devolvemos pistas falsas o lo tomamos como punto de partida para una discusión -comenta Juan Pablo Fernández-. Podemos decir que no tenemos nada que ver con el tango hasta que recogemos el guante y conversamos sobre los géneros musicales, cómo una persona pasa de un género a otro, qué es lo urbano... Ese tipo de conceptos que en la música son tan inasibles."

Vintrob: -Nos damos cuenta de que los que ponen esas etiquetas no escuchan el disco, porque si lo hicieran no podrían decir que somos herederos de la tradición de Kusturica.

Pesoa: -En muchas notas, grupos más nuevos nos citan como referencia, pero nosotros no tenemos difusión radial. Entonces hay mucho escrito sobre la banda, pero poco para contraponer de referencia escuchada, salvo por los shows.

A casi 15 años de su primera formación, la Pequeña Orquesta creyó que era hora de autohomenajearse. De ahí "Traje", nombre del álbum que sucede al microscópico "Miguita de pan" y unos cuantos indicios en los títulos de las canciones y sus palabras. Como en "Mudanza", el tema que abre el disco: "Pienso en el destino/ lo que hice o lo que haré..."

"La idea de la ropa, de lo puesto, de no definirnos con algo -explica Fernández-. Todo eso es traje y también el verbo, traje algo para obsequiarte. Nos cuesta mucho definirnos y no nos gusta hacerlo, por eso reaccionamos cuando otros lo hacen. Nos costó mucho asumir que ésta es una cosa viva que está en movimiento."

Guerra: -El traje también es una linda metáfora: el hábito no hace al monje. El traje en sí mismo puede tener una connotación, pero la gracia está en vislumbrar cuál es la diferencia entre el que porta un músico y el que viste un yuppie. En lo que respecta a nosotros, los lenguajes y las formas musicales son como un traje, porque esas formas podrían ser habitadas por otro espíritu y eso es lo que nos sigue importando.

Romper con los acuerdos tácitos y buscar nuevos colores, transitar otros caminos o los mismos que ya se recorrieron, pero prestándoles atención. De eso se trata la nueva parada en el largo viaje de esta Pequeña Orquesta. Siempre con el saco impecable y los zapatos bien lustrados. Rioplatense, educado en la tradición más oscura del rock que despegó en la segunda mitad de los años 80 y aterrizó cuando los 90 estaban promediando, el quinteto sólo obedece a su instinto. "Si logramos mantener la energía puesta en cada canción -sostiene Fernández-, en cómo se resuelve cada tema, me parece que vamos a durar un rato más. Mantener la atención en lo concreto, en lo que hay que resolver y no pensar que porque tenés el equipo, ya está. A veces hay una visión aristocrática del lugar del artista, que como soy yo, todo lo que haga está bien. Y no es así, cada obra encierra su complejidad y dialoga con lo que sucede a su alrededor."