Son hermanos, su madre murió y cuando vieron a nombre de quién estaba el testamento estallaron de furia

Un hecho descabellado descolocó a los ciudadanos del pueblo inglés de East Sussex, en donde tres hermanos iniciaron una demanda luego de que su madrastra cambiará el testamento en favor de su mascota, un loro. Esta situación dejó atónitos a quienes reclamaron parte de la herencia luego de la muerte de su padre biológico, que dejó establecido un reparto igualitario de los bienes previo a su deceso. Tras la primera instancia del juicio, la noticia escaló rápidamente en las redes sociales y se convirtió en viral.

En 2017, Reginald y Maureen acordaron establecer un testamento en el que la herencia sería repartida entre los tres hijos biológicos de él, Ian, Sean y Lorraine, y el único hijo legítimo de ella, Brett. En un principio se declaró que todo el patrimonio quedaría en manos de los cuatro, pero todo cambió con el fallecimiento del matrimonio.

Tras la muerte de Reginald, su esposa modificó por completo el documento y dispuso que todos sus bienes serían heredados en favor de su pequeño Brett y de su loro tropical. Esta idea casi salida de una película de humor llegó al Tribunal Superior londinense, ya que el resto de los hermanos tuvo noción del nuevo testamento una vez que Maureen murió el año pasado.

Desde un principio, el objetivo de ella fue asegurar el futuro de su mascota y para ello eliminó a sus hijastros del documento. Con una fortuna valuada en más de 300.000 libras esterlinas (equivalente a 176.470.588 de pesos argentinos según el cambio oficial), los damnificados quieren resolver este “mal entendido” pero la Justicia de primera instancia se inclinó por Brett y su loro.

En un intento de recuperar parte de la herencia, que según ellos el padre los ubicó como destinatarios, Ian, Sean y Lorraine presentaron su demanda ante la resistencia de Brett, que aseguró que su madre dejó todo en su poder para “continuar cuidando a su loro verde amazónico de alas naranjas”, expresó a los medios británicos el denunciado.

Según manifestó el Tribunal Superior londinense, en el juicio de primera instancia se apoyó equivocadamente a Brett, ya que al momento de tomar la decisión, aunque su madre estaba “moralmente obligada”, no lo estaba “jurídicamente”. Esto mismo es lo que descolocó a sus hermanastros, ya que el juez inicial de la causa, Graeme Robertson justificó: “Aunque Reginald había confiado implícitamente en su esposa, no hubo un arreglo contractual, ya sea explícito o implícito, entre el difunto y Maureen, en el sentido de que ninguno de los dos cambiaría más tarde su voluntad sin informar al otro o después de la muerte del otro”.

Al tratarse de un acuerdo verbal sobre el cambio del documento y sin un abogado mediante, la batalla legal de los hermanastros se acrecentó aún más al conocer que cinco meses más tarde de la muerte de Reginald, Maureen “ejecutó un nuevo testamento, mediante el cual le regaló absolutamente todo su patrimonio a Brett, desheredando así a los reclamantes exactamente de la manera que le había prometido a Reginald que no lo haría”.

Luego de la primera instancia del curso de la demanda y con la denuncia bajo el Tribunal Superior de la capital inglesa, los hermanastros se encuentran a la espera de un nuevo fallo que sea favorable a ellos, ya que “el juez Robertson cometió un error de derecho al sostener que solo un acuerdo contractual es capaz de respaldar un reclamo basado en voluntades mutuas”. Sin dudas, quien de momento saldrá ileso de este acuerdo final será el loro, que de todas maneras permanecerá al cuidado de Brett.

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