Segundo día de San Pablo Fashion Week
La semana de la moda paulista continúa con múltiples desfiles, showrooms, instalaciones y propuestas para comprar, en el momento, lo que se ve en las pasarelas
SAN PABLO
Ayer la agenda de desfiles del San Pablo Fashion Week edición 43 empezó a desplegar sus matices. La jornada abrió –fuera de la sede oficial, en la galería de arte Ovo– con el desfile de Vitorino Campos. El diseñador bahiano de 29 años presentó una colección de fuerte identidad, moderna y fácil de llevar. Maniobró con habilidad la morfología oversize -especialmente en los sacos a cuadros y remerones rayados- y abarcó una paleta en la que predominaron el azul eléctrico, greenery, violeta, rojo y óxido.
La etiqueta Sissa, por su parte, realizó una instalación performática en la tienda del barrio Pinheiros de San Pablo. Allí, Alessandra Affonso Ferreira abrió las puertas de su atelier, mostró su board inspiracional con fotos de la boda de sus padres en Kenia mientras varias modelos paseaban por los ambientes, mientras posaban en diferentes estructuras armadas con rosquillas saladas.
En el edificio de la Fundación Bienal se llevaron a cabo ocho desfiles entre los que destacaron el de PatBo y Lino Villaventura. La pasarela de Patricia Bonaldi –PatBo–, de fuerte inspiración en el street wear y el hip hop, se lucieron los equipos sporty, alguno con estampas de estilo artístico al estilo Basquiat y gorras como remate del look. En vestidos, remeras y suéteres, se vieron principalmente brillos, redes, bordados y piedras. También, mucho terciopelo y tejidos artesanales.
Cuando el contexto de crisis hacía prever que las colecciones de esta semana de la moda paulista irían a lo seguro y apuntarían a prendas básicas y vendibles, apareció Lino Villaventura y aportó la cuota de extravagancia con una propuesta, fiel a su estilo, de alto contenido dramático que llevó prendas clásicas en blanco a arquitecturas complejas, con pliegues, transparencias, tablas y nervaduras. La creatividad se jugó en cortes irregulares, volados, tules, estampas ópticas. El calzado –de Ramarim– acató el concepto genderless, la moda sin género.
Uno de los momentos más comentados del día fue el comentado cambio de rol de Reinaldo Lourenço. Es uno de los diseñadores que no realizaron esta vez sus ya tradicionales desfiles en el SPFW. La modalidad see-now buy-now, que propone esta nueva edición, parece no contentar a todos. Reinaldo, por ejemplo, optó por ofrecer –como parte del calendario de eventos oficiales– un cóctel ayer por la tarde en su tienda de la rua Bela Cintra.
Allí, entre tragos de vodka con coco y canapés, exhibió directamente en los percheros su línea de temporada, dominada por el espíritu de Europa del Este. ¿Por qué no hubo desfile?: “Es que la colección de invierno 17 ya la presenté en la edición pasada del San Pablo Fashion Week”, explicó. Consultado sobre si está pensando en volver a la pasarela para la próxima temporada, respondió: “No lo sé, todavía lo estoy pensando”.