
Adolescencia en riesgo
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Vivimos tiempos en que se ofrecen experiencias contradictorias que, por una parte, seducen a los adolescentes porque les prometen goces con los cuales se engañan suponiendo que dan pasos hacia la madurez y, por otra, asumen riesgos que pueden afectar severamente su salud. Tales amenazas están representadas hoy por el cigarrillo, el alcohol y las drogas, que los jóvenes buscan probar en experiencias muchas veces compartidas.
La referencia inicial a los riesgos del consumo tiene un antecedente reciente: la muerte de cinco jóvenes tras haber consumido sustancias tóxicas en un boliche porteño, saldo desolador dejado por un hecho que debiera servir para que padres, autoridades, médicos, docentes y quienes tienen relación amistosa con adolescentes y jóvenes obren sin más demoras para ayudarlos a tomar conciencia sobre estos peligros.
La tragedia a que dio lugar una noche festiva en el local Time Warp debe quedar como un hito sumamente doloroso pero al mismo tiempo aleccionador para orientar las conductas juveniles acerca de lo que no debe ser consumido. En este sentido la Agencia Gubernamental de Control (AGN) porteña debe cumplir correctamente con la misión de habilitar y fiscalizar los locales de actividades nocturnas. Sin embargo, las normas de funcionamiento pueden convertirse en letra muerta cuando se admite el ingreso de clientes más allá de la hora permitida y que, con frecuencia, suelen ser menores de edad.
Es de señalar que una mesa de especialistas en adicciones fue convocada por el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, a efectos de que se elabore un informe que sirva como programa estratégico e interdisciplinario, con el propósito de enfocar el problema desde la perspectiva de la salud pública.
El grupo de los citados expertos estimó que la cuestión central planteada por las adicciones está vinculada desde un principio con el consumo de bebidas alcohólicas y de cigarrillos. No dudan los especialistas a la hora de sostener que, a través de "un uso exploratorio o divertido", el marketing vigente se escuda para promover el consumo de "los factores de riesgo".
El informe destaca el rol del Estado en la prevención de la ingestión de sustancias tóxicas y la necesidad de un abordaje interdisciplinario con participación de la sociedad civil. Insta, además, a retrasar la edad del inicio del consumo de alcohol y prohibir su publicidad, al igual que la del tabaco y la de medicamentos.
Es de desear que las sugerencias den lugar a las acciones que correspondan, no sólo vinculadas con las autoridades, controles e instituciones, sino principalmente con los padres y el resto del grupo familiar, directamente ligados al cuidado físico, psicológico y moral de los hijos.






