Cartas de lectores: Mea culpa social, que no sea en vano, huevos de serpiente
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Mea culpa social
Después del fallo por la trágica muerte de Fernando, la sociedad toda debe hacer un “mea culpa” porque las costumbres son cada vez más flexibles. Maestros sin autoridad, padres permisivos, policía a veces corrupta, una Justicia laxa, que en ocasiones permite que quien comete un delito entre por una puerta y salga por la otra. Y un gobierno sin ninguna actitud ejemplar. Mientras no recuperemos los valores de respeto y responsabilidad ni repudiemos la violencia en todas sus formas, seguirá habiendo muchos Fernandos.
Elvira N. de Casaccia
DNI 6.276.887
Que no sea en vano
Una vida de un joven terminada por la violencia irracional. Cinco vidas de jóvenes arruinadas para siempre, condenadas a vivir en cárceles, más otros jóvenes que pasarán una enorme cantidad de tiempo recluidos. Padres destrozados para siempre. Estas son las secuelas de una noche, aunque detrás debe haber muchas más razones, invisibles a nuestros ojos. Quizás en el afán de buscar algo bueno dentro de tanto dolor sea deseable que en el futuro haya menos violencia entre los jóvenes en los boliches, en las patotas. Otras formas de “divertirse”. Un precio demasiado alto se pagó para aprender una lección muy básica. Tristeza, angustia, llanto, dolor, muerte… Los frutos de la violencia. Qué horror. Roguemos por los buenos frutos de este espantoso crimen. Que no sea en vano.
Damián Donnelly
Ddonnelly1961@gmail.com
Huevos de serpiente
Quisiera hacer un modesto aporte a la brillante carta de María Laura Olea, “El huevo de la serpiente”. La doctora, seguramente sin más intención que la síntesis, no incluyó antecedentes importantes, que recuerdo por haberlos padecido como militar e integrante de la sociedad. Al asumir la presidencia el Dr. Alfonsín (exvice de la Internacional Socialista), “ordenó” el juicio a las autoridades políticas de las juntas militares (creo en su discurso de asunción), por hechos ocurridos durante la trágica guerra declarada por el terrorismo a principios de los 70, enfrentada informalmente por el presidente Perón en 1974, y formalmente por la presidenta María Estela Martínez de Perón en enero de 1975. Una grosera intervención del Ejecutivo en el Poder Judicial, por parte de un presidente abogado, formado en justicia militar (subteniente de la reserva egresado del LMGSM, compañero de promoción del general Galtieri, con quien mantenía viejos rencores, y del general Harguindeguy, con quien habría mantenido cercana amistad), grave antecedente de “huevo de la serpiente”. Lo legal debió ser una denuncia y no dar una “orden”, para el ámbito de la Justicia Militar o Penal; no se procede por “orden”, sí por denuncias; según el Código Militar se ordena un sumario, que será evaluado por el juez de Instrucción, dará lugar o no a una causa a ser tratada por un consejo de guerra. Simultáneamente –y tanto o más grave que lo anterior– fue excluir de esa arbitrariedad a autoridades políticas civiles previas al 24 de marzo del 76, vinculadas por decretos y documentos de públicos a la guerra vivida (órdenes y procedimientos de guerra que no cambiaron en la lamentable madrugada de ese día), seguramente por acuerdos espurios, excluyéndolos y circunscribiendo el “reproche” a hechos posteriores al 24 de marzo; primer y grave caso de discriminación de la igualdad ante la ley, indudablemente aporte a otro embrión de reptil. En 1985, dado que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas no resolvió según lo que el presidente pretendía, en lugar de reemplazar sus autoridades, lo correspondiente de no haber cumplido sus obligaciones (facultad que sí tenía, como comandante en jefe de la FF.AA.), ordenó la creación de “tribunales especiales” para juzgar presuntos delitos exclusivamente de autoridades militares (minúscula valorativa, por haber esos funcionarios obedecido una medida prohibida por el derecho e impartida por otro poder del Estado), se siguieron sumando “huevos”. Las autoridades civiles anteriores al 24 de marzo de 1976 en adelante, así como los hechos de similar naturaleza ocurridos antes de esa fecha, no fueron reprochados por las ordenes de Alfonsín. Esto, más la aceptación de los jueces de violar la CN (art. 18 y otros, el Código de JM y el Penal), fue otro gravísimo antecedente de “huevo de la serpiente”, institucionalizando la desigualdad ante la ley. Los “sabios” del derecho lo llaman “justicia transicional” (¿eufemismo para ocultar la institucionalización de la ilegalidad?). A la vista de los hechos lo llamo “injusticia esencial”. El ejemplo institucionalizó la violación de las leyes para concretar personales e ilegítimos objetivos. El presidente se transformó en un auténtico “padre y criador de serpientes” (esto no me va a ganar amigos), no padre de la democracia, como algunos proclaman, que fue concebida para asegurar a los ciudadanos libertad y justicia, no precisamente lo contrario. La sociedad no entendió los hechos, la prensa los aprovechó para vender; las autoridades políticas de los sangrientos 70 lo festejaron en silencio. Las autoridades militares no se involucraron en política (aunque reclamar el derecho de los subalternos sea una obligación de la jerarquía); los militares de menor graduación fueron obligados a hacer lo que ni debían ni querían hacer. En la Semana Santa de 1987; el presidente, admitiendo la legitimidad del reclamo, corrigió transitoriamente aberraciones, y sus sucesores los hicieron norma. Podría seguir enumerando antecedentes, impulsados por políticos (Carrió entre otros); muchos criadores de serpientes, “como para muestra sobra un botón” con esto alcanza para aportar algo a la doctora Olea, a quien mucho agradezco su carta.
Muchos “huevos de serpiente”.
T. Cnl. (RE) VGCT Carlos Enrique Alsina
DNI 10.736.115
Amateurismo
El desplante que sufrieron el canciller alemán y un grupo de inversores en la reciente visita a la Cancillería pone de manifiesto el amateurismo de las autoridades gobernantes, incluidos el ministro Cafiero y el titular de Economía, Massa, que no concurrió. Su viceministro sufrió un corte en el cuero cabelludo al caerse una bandera luego de abrir una ventana para mitigar el calor imperante ante la falta de funcionamiento del equipo de aire acondicionado. Es una pena que la actual administración haya abandonado el deseo de mantener relaciones apropiadas con los aliados europeos y se mantenga aliada a gobiernos dictatoriales caribeños.
Raúl Davaro
DNI 13.214.899
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Piquetazo nacional
“¿Qué? ¿Ya terminaron las vacaciones y vuelven a romper, incordiar, no dejar transitar a los trabajadores?”- Graciela Betoño
“Basta de planes”- Doris Luque
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