Cartas de lectores: Sin justificaciones, no más exabruptos, femicidios
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Sin justificaciones
El asesinato brutal de Paloma y Josué, en un descampado en Florencio Varela, para robarles unas pocas pertenencias, debe ser el punto final de la violencia imperante en el Gran Buenos Aires especialmente. Los ciudadanos elegimos nuestros gobernantes y pagamos nuestros impuestos para vivir en una sociedad civilizada y las autoridades a cargo deben poner toda su dedicación y esmero para que ello suceda. No queda espacio para ninguna justificación sobre la barbarie desatada.
Gobernantes... ¡a las cosas!
Guillermo González Lima
DNI 7.787.624
No más exabruptos
La marcha del sábado tuvo un convocante: usted, señor presidente. Gobierne, sin exabruptos. Provocan saudades, que la horda K aprovecha para tapar fiascos pasados. Suplico, no alimente el reordenamiento del fracaso. Nos dañará a todos.
José Azpiroz Costa
DNI 10.306.873
Femicidios
En la tapa de la nacion del domingo 2 se informa que el Gobierno desistiría de eliminar la figura del femicidio para evitar que salgan en libertad más de 300 condenados, quienes podrían invocar el principio de ley más benigna. Surge entonces la pregunta: ¿no sería más razonable, en lugar de reducir las penas de los femicidas, endurecer las sanciones de quienes hayan cometido asesinatos, aunque las víctimas no hayan sido mujeres? El Presidente tiene razón cuando sostiene que la figura penal del femicidio involucra una disparidad jurídica según el sexo de la víctima. Pero lo lógico es que la ley sea rigurosa en todos los casos, no de manera selectiva para las víctimas mujeres y no para las víctimas hombres. ¿No sería ese el camino más apropiado para la implementación del sano principio de la igualdad jurídica? Creo que habría que reflexionar sobre este tema. Lo saluda atentamente.
Alejandro Sala
alejandrito_00@yahoo.com.ar
Grupo Petersen
Con respecto al artículo sobre la trayectoria del señor Enrique Eskenazi y su grupo empresario, la descripción cronológica de las distintas etapas recorridas en la meteórica evolución de ese grupo empresario es correcta. La historia real comienza cuando mi abuelo Adolfo Petersen y sus socios A. Petersen, A. Thiele y H. Cruz, en los años 1920, fundan PTC SA. Ellos son los reales iniciadores y generadores de una empresa que llegó a ser líder nacional en cuanto a su capacidad de participación en licitaciones de obra pública y haber generado una trayectoria de cumplimiento y desempeño ejemplar de aquella. El oportunismo y la habilidad indiscutibles del señor Eskenazi lo llevaron a terminar siendo el accionista controlante, presidente y gerente general de PTC. Claramente PTC SA, a partir de los 80, y haciendo uso de la trayectoria con que contaba previamente, fue la herramienta necesaria y suficiente para catapultar el desarrollo que se menciona en el artículo. Por lo descripto no es cierto que los Eskenazi tengan “120 años de trayectoria” como “Grupo Petersen”. Es vergonzante, para mí, que nuestro apellido se vincule falazmente con una trayectoria cuyas formas y procederes no comparto en absoluto. Va esta carta con el fin de aclarar que una cosa fue el PTC SA de mis abuelos y otra, lamentablemente muy distinta, es lo que es hoy día.
Julián Petersen
DNI 10.562.481
Consensos
Los argentinos queremos vivir en paz e intentar dejar de lado los problemas que no nos ayudan a mirar para adelante y saber que tenemos una oportunidad histórica para sacar a nuestro país del pozo en que se encuentra. Por eso, necesitamos que nuestros políticos –de todos los partidos– empiecen a aflojar con la “rosca” que tanto necesitan para figurar, y que se dediquen a buscar acuerdos, a conversar para lograr soluciones a los reales problemas con los que seguimos viviendo, si realmente pretenden que los votemos en las próximas elecciones.
Miguel Martin y Herrera
m.martinyherrera@fibertel.com.ar
Sobreviviente
En el instante que observé en mayúscula Auschwitz, dudé de si leería la entrevista realizada por vuestro diario a Lea Zajac o pasaría la hoja, no por indiferencia, sino todo lo contrario. Sabía que la lectura provocaría en mí la conmoción de escuchar al sobreviviente en primera persona contar su inimaginable y dolorosa historia. Me pasa siempre. También sabía que no podría evitarlo; ambivalente, me quedé en ella. A medida que avanzaba en la lectura reconocía en cada una de sus palabras la historia de mi madre, también sobreviviente. Mi madre no era de las que relataban asiduamente lo vivido en esos años de cautiverio, sino que solo lo hacía en contadas ocasiones. Cuando su mente se dispersaba, vagaba y el rictus del horror se reflejaba en su rostro, la abrazaba y se permitía recordar. Mi madre, liberada de Birkenau, de por vida llevaría a cuestas su orfandad, adheridas en su mirada sombría las densas columnas de humo e impregnado en su piel el olor penetrante de carne quemada. Ella sobrevivió no solo por azar. Ideó un mundo fantástico; en él, su madre le susurraba melodías familiares y le ofrecía las ansiadas hogazas de pan que saciarían el hambre que acicateaba sus vísceras. Solo así se podría sobrevivir al infierno. El hambre fue el instrumento primigenio de tortura implementado por los nazis para el genocidio de los judíos. El mundo calló, tras lo cual, tácitamente, se implementó la solución final. Ser hija de una sobreviviente es también ser sobreviviente. La Shoá me ha atravesado desde siempre, son demasiados muertos para cargar, para olvidar. Imposible.
Elena Wichner
DNI 5.957.433
Colas en los peajes
El 1º de febrero viajamos de CABA a Pinamar; salimos a las 7.30 y arribamos a las 16.14. ¿Motivo de esa tardanza? Exclusivamente por los peajes de las rutas 2 y 11, que por mal funcionamiento y por no levantar las barreras ante decenas de kilómetros de cola detuvieron literalmente el tránsito.
¿Incapacidad, viveza, desidia o todo junto?
Jorge A. López
jorgeadlopez@hotmail.com
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Calor en la ciudad
“A tomar mucha agua ,aunque no tengan sed, evitar la deshidratación”
Graciela Morlhiere
“Me vuelven loco, ¿hablan de 38° o 39° pero de térmica? lo que vale es lo que marca el termómetro, la térmica es lo que siente una persona, que varía de una a otra”
Facundo Bayudar
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