Manos a la obra, ¿será mucho pedir?, canto de sirena
Carta destacada
Manos a la obra
Hace unos cincuenta años yo trabajaba en una escuelita muy pobre del conurbano. Sus aulas eran unas simples habitaciones sin revocar, pisos de tierra, y un tranvía en desuso servía de dirección. Un buen día apareció un profesor de una escuela técnica con varios alumnos. Trazaron planos, tomaron medidas, y al poco tiempo empezaron a cavar los cimientos. Siempre guiados por el profesor, para fin de año la escuelita tenía un aula más.
Cuando veo estas legiones de muchachos haciendo marchas, protestas, huelgas, tomando tierras, ¿a ningún gobernador o intendente se le ocurre equiparse de herramientas, facilitarles picos y palas y materiales de construcción, y hacer casitas en terrenos fiscales para las personas que ellos quieren ayudar?
Marta T. González
hgonda2@yahoo.com
¿Será mucho pedir?
Se alcanzó un entendimiento con el FMI. Sinceramente, cada día entiendo menos cómo se manejan y las autoridades de ambos lados poca confianza me generan. Pero ¿será demasiado pedir a quienes toman decisiones que obren con respeto y responsabilidad? Que así como los ciudadanos pagamos religiosamente y con sacrificio nuestras obligaciones, los gobernantes cumplan con los compromisos que firman, no sigan malgastando nuestro dinero y por una vez dejen de avergonzarnos frente al mundo.
¿Será mucho pedir?
Susana Fiore
DNI 11.384.653
Canto de sirena
Parafraseando al ministro Guzmán, este acuerdo con el FMI es pura “sarasa”. No soy economista, pero esto es un “canto de sirena”. No hay ajuste, el país está creciendo, pronto se crearán nuevos puestos de trabajo, a los jubilados no los van a “tocar”, van a reducir el déficit fiscal mágicamente, no a la devaluación, ninguna reforma laboral, los impuestos no van aumentar y como si esto fuera poco prometen juntar US$5000 millones en los 11 meses que restan del año, y mientras tanto el FMI embolsó lo que correspondía. Veremos qué pasa en el Congreso, cuando se conozcan los detalles de este acuerdo.
Alejandro L. de Elizalde
DNI 7.803.764
¿Golpe institucional?
Asistimos azorados a la convocatoria de un grupo de personajes a una marcha para solicitar la renuncia de los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Como agravante a este acto agraviante del Estado de Derecho, se suman a esa concentración el apoyo de miembros de los poderes Ejecutivo y Legislativo y el aval implícito del Presidente y de la vicepresidenta de la Nación. La Constitución establece taxativamente la independencia de los poderes públicos como uno de los elementales principios republicanos. El artículo 36 expresa que los actos contra el orden institucional y el sistema democrático serán insanablemente nulos y en el artículo 22 se afirma que el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes. La división de poderes es uno de los pilares sobre los que se asientan los principios republicanos fundamentales. Violarlos o incitar a su desconocimiento es un grave atentado comparable a un golpe institucional.
Jorge Norberto Butera
jorgebutera@sion.com
Veinte años después
Sin intentos de emular el título de la obra de Dumas, Veinte años después, los años transcurridos desde los graves hechos de diciembre de 2001 llevan a mi mente la vernácula copla de Le Pera y me hacen llegar a la lamentable conclusión de que para el Poder Judicial de la Nación “veinte años no es nada”. Porque hay que tener en cuenta que la Justicia no es ciega, por eso se bloquea su aguda visión con una venda. Y cuando la venda se le cae sobre un solo ojo, como ha acaecido en la causa comentada en el editorial “Más de veinte años sin verdad ni justicia”, la asociación de ideas me lleva más a las novelas de Salgari que a la solemnidad de La lucha por el derecho de Von Ihering. Efectivamente, para quien tuvo la responsabilidad compartida con el doctor Adolfo Guillermo Vázquez de defender al exjefe de policía Rubén Santos en esta causa inicua, la ligereza con que aborda el tema la señora directora nacional de Promoción y Fortalecimiento para el Acceso a la Justicia le resulta irritante. Livianamente pone en cabeza de Santos y Mathov la responsabilidad del saldo luctuoso de ese día, ignorando que las muertes que a título de culpa se les endilgan son tres, no treinta y seis, y que no hay constancia alguna de sus autores materiales. Antes bien, hay probanzas clarísimas en autos que sugieren el empleo de armas no convencionales en los homicidios de que se trata. Por cierto, ni a la señora directora nacional ni a los jueces de la causa se les ocurrió investigar ni endilgar responsabilidad alguna a quienes incitaron al tumulto, entre ellos quien quedara a cargo de la instrucción de la causa, ni a quienes se hallaban en las sombras detrás de manifestantes combativos y organizados, ni a los beneficiarios políticos primarios, algunos de cuyos vástagos medran aún por los vericuetos del poder, ni a los beneficiarios secundarios que se enriquecieron con la debacle económica consiguiente. Porque, más allá de las innumerables pruebas soslayadas en la causa, la imputación radica en la atribución de una conducta imprudente, negligente, inobservante de deberes, sin que esté dicho ni sea posible establecer con la contundencia que requiere la configuración de un delito cuáles hubieran sido las conductas apropiadas y cómo se hubiera podido evitar en medio de ese pandemónium que se incurriera en hipotéticos abusos o en el uso inadecuado del armamento provisto.
En suma, la conducta que hubiera debido desplegarse para hallarse exenta de reproche no es más que una hipótesis judicial especulativa de imposible comprobación.
Por último, quede en claro que la carta de lectores que fundadamente contradigo falta a la verdad cuando sostiene que “el pronunciamiento emitido fue definitivo”, pues se hallan en trámite no solo una segunda postulación de la prescripción de la acción penal, sino un recurso extraordinario cuya procedencia es indiscutible.
Claro que este recurso calificado de “excepcional” debe ser atendido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, contra la cual se está urdiendo desde las entrañas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos una pueblada.
¿Se hará justicia?
Virgilio J. Loiácono
DNI 7.593.341
Sistema de salud
Quisiera manifestar mi preocupación por el deterioro del sistema de salud en la Argentina, principalmente el privado gestionado a través de prepagas. Después del inicio de la pandemia y con el control de precios que el Gobierno aplica a los prestadores privados y entidades de medicina prepaga, la calidad de las prestaciones ha caído a niveles alarmantes. En mi caso soy asociado junto a mi esposa de una de las más conocidas, con uno de los planes más caros. Desde hace ya varios días, por un cuadro de Covid de mi esposa, estuve solicitando una consulta médica pos-Covid y me asignaron turno para mediados de marzo. Uno llama telefónicamente y no atienden. Un test PCR lo cobran $7300 a un afiliado, cuando en un laboratorio privado el mismo test se cobra $ 6500. Si uno recurre a una guardia desde la app de la prepaga le dan una espera virtual de más de 5 horas para asistir a uno de sus centros médicos. Es lamentable que nuestro sistema político y empresarial haya destruido esto también. Hasta no hace mucho tiempo funcionaba bien. Lo que está en juego es la vida de personas y lamentablemente para estas empresas y nuestros políticos no valemos nada, somos un número más, y cuando morimos pasamos a engrosar la estadística del conteo de fallecidos.
Daniel Allub
DNI 11.634.39
Deserción escolar
Un representante del Concejo Federal de Salud confirmó que las clases comenzarán el 21 de febrero. Junto con la ministra Vizzotti, los miembros de dicha institución definieron los protocolos, que serían similares a los del ciclo lectivo 2021, y una propuesta de vacunación pediátrica, dos temas importantes para la comunidad educativa en general. Sin embargo, en particular existe un grupo que no “registra” este tipo de noticias, y que debería ser la cuestión dominante para tratar en el Ministerio de Educación. Se trata de los 500.000 alumnos que abandonaron la escuela y que hoy están fuera de dicho sistema. Si bien no es algo nuevo y afortunadamente se conocen estrategias para recuperarlos, en pandemia se vio agravado y en algunos casos la reincorporación llegará tarde ya que, según el psicólogo Piaget, hasta los 7 años el cerebro está dominado por el pensamiento intuitivo, por lo que en la primera infancia el aprendizaje es elemental. Sería solidario que a sabiendas de estos datos toda la comunidad colaborara con una campaña nacional de apoyo a docentes y familias carenciadas, para facilitarles el camino de regreso a las aulas a los estudiantes que por distintos motivos se alejaron.
Delia Cordone
DNI 11.987.140
Los textos destinados a esta sección no deben exceder las 15 líneas o los 1100 caracteres. Debe constar el nombre del remitente, firma, domicilio, teléfono y número de documento. Por razones de espacio y de estilo, la naciOn podrá seleccionar el material y editarlo. Los mensajes deben enviarse a: cartas@lanacion.com.ar o a la dirección: Av. Del Libertador 101, Vicente López (B1638BEA)