
Cuando las palabras ilustran las imágenes
¿Puede un texto, un verso, una frase, ilustrar una imagen? ¿Cómo lograr que un dibujo dispare palabras? En el tercer volumen de El Topo Ilustrado, Algo con espejos (Ediciones de la Flor), Tobías Schleider y Cristian Turdera trabajaron con un procedimiento inverso al de los dos libros anteriores: primero surgieron las viñetas en tinta china de Turdera que inspiraron los haikus de Schleider. Así, los dibujos no buscan completar el sentido, sino representar esas palabras. "Cada nostalgia/ que se pierde en el tiempo/ nos desahoga", dice el verso 170 (son 180 en total) y en la imagen se ve un cuerpo de hombre con una cabeza enroscada.
Surgido como un proyecto de experimentación literaria en Twitter, El Topo Ilustrado tiene en esa plataforma la limitación del espacio: cada frase no puede superar los 140 caracteres. Lo curioso es que, al pasar al papel, los textos podrían haberse expandido. Pero el autor decidió imponerse otro límite y esta vez adoptó la estructura del haiku: tres líneas, una de siete sílabas y dos de cinco. Un libro para leer, mirar y volver a leer.





