Daniel Carbonetto: "podíamos vivir sin el Fondo"
El economista, que ejerció una influencia decisiva durante los primeros meses del gobierno de Duhalde, asegura que la Argentina demostró que podía bastarse a sí misma. Ahora, no cree descabellado pagar parte de la deuda externa en especies
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Hace un año, ingresaba en la residencia de Olivos casi a diario para aconsejar al presidente Duhalde. Su consigna era que la Argentina no debía acordar con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Doce meses después repite que el país podría vivir sin el Fondo. En una entrevista con LA NACION, el economista Daniel Carbonetto, diputado del Polo Social y actual asesor del precandidato Adolfo Rodríguez Saá, elogió al ministro Roberto Lavagna, recomendó que el dólar se estabilice en 3,5 pesos y pronosticó que el primer semestre del año la economía crecerá un 5 por ciento.
-¿Se cumplió la consigna de vivir con lo nuestro?
-Sí, eso es lo que ocurrió. Aunque se caricaturizó mi idea diciendo que quería que nos aisláramos del mundo; lo que yo planteaba era que, dadas las circunstancias del país, había que conversar alguna fórmula de repago ante los organismos y los acreedores privados.
-¿Qué opina de Lavagna?
-Desde Gelbard la Argentina casi no tuvo un ministro de Economía como Lavagna. Esto no quiere decir que yo no tenga diferencias con el programa, pero si le agregamos retenciones móviles y se recompusieran los salarios en 300 pesos, la Argentina podría crecer al 8 por ciento.
-¿La devaluación del peso no afectó al salario real mucho más que cualquier ajuste nominal?
-Ajuste nominal no podía haber el año pasado porque la devaluación fue la herencia de 2001. Hay que imputar la devaluación, el default y la explosión social a lo que ocurrió sobre todo aquel año con Cavallo y De la Rúa. De todos modos, creo que hubo muchos errores en los primeros meses de este gobierno, con una devaluación del 40 por ciento que no era creíble y, después, al aceptar la flotación libre sin las retenciones móviles para fijar los precios.
-¿Había que acordar ahora con el FMI?
-Depende de si permite la reactivación. Si se obliga a un superávit primario muy fuerte, está mal.
-Pero, ¿se puede a la larga vivir sin el fondo?
-Sí, sin duda la Argentina puede vivir sin el Fondo. De hecho, el Gobierno puso en jaque al FMI, porque el Fondo debió definir si la cesación de pagos tomaba la forma de default o de una refinanciación. Si nos enviaba al default , iba a ser carísimo para el BID y el Banco Mundial. Pero no necesitamos del FMI para volver a crecer.
-¿Por qué se alejó de Duhalde?
-En realidad, somos amigos. No tuve un excesivo acercamiento, ni ahora me alejé. Lo importante es que tuvimos nuestro proyecto, que conversamos con Duhalde, con Remes y ahora con Lavagna.
-Pero entre enero y abril de 2002 usted se reunía todos los días con el Presidente.
-Eso se exagera; siempre me reúno con muchos funcionarios y gente de Duhalde en Diputados. De hecho, se dijo que me habían ofrecido el Ministerio de Economía y eso es mentira, siempre fuimos una oposición, pero constructiva.
-Pero sí jugó un rol fuerte en la salida de Remes Lenicov.
-Ahí había posiciones irreconciliables, porque si se seguía negociando así, la Argentina se hundía en forma irremediable. Por suerte el nombramiento de Lavagna provocó un cambio esencial frente al FMI.
-¿Lavagna lo escuchó?
-No necesariamente a mí, pero hay muchos economistas que piensan lo mismo. Hay muchas cosas del plan Fénix que él y yo compartimos, con matices.
-¿El dólar está alto todavía?
-Mi visión es que debería mantenerse en los mismos niveles a los que se había llegado, en torno de $ 3,5. Si bien provocó temor que el Banco Central tuviera que comprar demasiados dólares, yo creo que esa táctica es muy acertada. Los economistas ortodoxos son muy mecanicistas al temer inflación con esta estrategia. En cambio, ahora se libera el mercado para que se remitan utilidades al exterior y esto va a provocar más estancamiento.
-¿Cuánto puede crecer este año la economía?
-De un 4 a un 5 por ciento en el primer semestre. El acuerdo con el FMI va a tener muy poca influencia, porque la reactivación se da por sustitución de importaciones, recuperación de salario, la devolución del 13 por ciento a los empleados y la apertura del corralito.
-¿No fue un gran error el aplauso a Rodríguez Saá por el default ?
-Lo que se aplaudía no era el default , sino su sinceridad para reconocer que ya estábamos en cesación de pagos. Lo que hizo fue sacar la basura de debajo de la alfombra.
-¿Qué debe hacer el sector privado con su deuda?
-El Estado debe dar apoyo puntual, por medio de obligaciones negociables, sin regalar dinero.
-¿Está de acuerdo con Mario Cafiero en pagar la deuda en pesos?
-Sí, no sólo eso, también se puede pagar parcialmente en especies.
-¿Qué pasaría si gana Menem?
-Menem representó la segunda década infame. Fue un traidor al peronismo. Es la parte más triste de la historia argentina.
-¿Cómo se relacionó con Alan García?
-Estuve toda la década del 60 en Perú y después tuve que quedarme allá en el exilio durante la dictadura, asesorando al gobierno de Velasco Alvarado. Con Alan García, participé como ministro del gabinete a pesar de ser extranjero. Trabajé tres años en un proceso de reactivación que luego se frustró por las peleas internas del APRA y los conflictos con algunos sectores empresariales.
-¿A Lula le puede pasar algo parecido en Brasil?
-Espero que no; en los últimos meses, Lula fue muy criterioso para entender que ya no representa a una clase social sino la unidad de las clases sociales. Creo que representa un capitalismo nacional con justicia social.
-¿Están dadas las condiciones para que surja un Lula local?
-Sí, inclusive acá hay más ventajas, como una capacidad ociosa para que la economía vuelva a crecer.
-Pero no existe el líder que lleve adelante esta propuesta
-Brasil tuvo más de un líder. Tuvo dos estadistas, primero Cardoso y ahora Lula, que siguen una línea de pensamiento para el desarrollo capitalista de Brasil que es, con matices, el mismo. En todo caso, Lula tendrá que poner más énfasis en la distribución del ingreso, pero Cardoso permitió este proceso con una transición viable. En la Argentina, ojalá Duhalde sea el hombre de la transición y el próximo presidente el líder del gran cambio. Pero el país aún está dividido entre un viejo orden, que durante 10 años destruyó el capitalismo y, enfrente, un nuevo orden que busca un neokeynesianismo con un enfoque como el que tenía Roosevelt en Estados Unidos en la década del treinta. La diferencia con aquella época es que hay que hacer keynesianismo en la globalización, sin encerrarse en el mercado interno ni hacer un país for export .
-¿Que países tiene como modelo?
-Europa, Dinamarca por ejemplo, donde el 80 por ciento de la masa de ingresos se deriva a salarios, o Italia, que se parece más a la Argentina.
-Pero la Unión Europea pasó por Maastricht y eso requirió de un superávit primario que usted dice que es negativo para el país
-El superávit primario es recesivo, nunca se puede crecer en base al superávit. El Estado debe ser neutro hasta que se crezca al 8 % y la tasa de desempleo baje al 3 %. El PBI potencial que se perdió por la política fiscal es de 94.000 millones de pesos. No podemos seguir así. Entretanto, en relación con el pago de la deuda hay que pedir 2 años de gracia a los organismos multilaterales de crédito.
El perfil
Asesor del candidato
El economista Daniel Carbonetto tiene 59 años. Diputado nacional, actualmente asesora al candidato Adolfo Rodríguez Saá. Fue integrante del Polo Social, del que se alejó para conformar una nueva agrupación: el Movimiento Multisectorial por el Trabajo y la Autodeterminación.
Con Alan Garcia
Se hizo conocido hace tres lustros, cuando formó parte del Consejo de Ministros del presidente del Perú, Alan García. Fue el primer extranjero en integrar un gabinete en ese país.


