
Instituto del Servicio Exterior de la Nacion (ISEN): la memoria institucional cuenta
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La formación de los diplomáticos profesionales ya sea por los exámenes de ingreso (por concurso público a quienes ya cuentan con carreras universitarias de grado), por sus tiempos de formación como becarios, por su ingreso ya como profesionales diplomáticos (a una carrera que tiene 7 categorías por ascensos reglamentados en materia de tiempos, funciones, exámenes, tesis aprobadas, calificaciones y consideraciones de sus pliegos de ascenso en tres niveles de sus carreras por el H. Senado de la Nacion), y por los cursos y exámenes de formación que se requieren a lo largo de la carrera en los niveles intermedios, todas etapas de la carrera diplomática establecidas por la ley 20.957, ha contribuido a la formación de “servidores públicos” sobre una base exclusivamente meritocrática, cuyo mandato es la ejecución de la política exterior argentina decidida por Poder Ejecutivo de la Nacion.
El ISEN fue fundado por el embajador Carlos Manuel Muñiz el 10 de abril de 1963, canciller argentino 1962/3, con el criterio de darle una institucionalidad basada en la meritocracia y el profesionalismo a una función del Estado que es clave para la vinculación de la República Argentina con el mundo en absolutamente todas las dimensiones, sectores y contextos específicos que puedan imaginarse en las relaciones bilaterales, subregionales, regionales, interregionales y multilaterales en el nivel global. Todas actividades muy especializadas, que, a su vez, necesitan entender el contexto internacional para poder obtener los mayores beneficios posibles para el desarrollo (en sentido amplio) de nuestro país. Como complemento, Muñiz fundó el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) quince años más tarde, complementando el trabajo académico con la formación de los diplomáticos argentinos.
A la vez, debe tenerse en cuenta en la formación de los diplomáticos profesionales que “la política exterior comienza por casa”. Esto significa que no debe considerarse la política exterior como una variable autónoma de los objetivos de desarrollo de nuestro país, sino por el contrario entender cómo “piensa y funciona la contraparte en cuestión” para cumplir con los objetivos y tratados incluidos en nuestra CN en beneficio de nuestro desarrollo, para contribuir a generar un mundo mejor basado en valores y en normas en función de la paz y el desarrollo que deben y deberían convalidarse en el nivel internacional.
La diplomacia profesional debe evitar la improvisación y a la vez tener respuestas rápidas ante un mundo como el actual en el cual predomina un contexto caracterizado por la incertidumbre y el unilateralismo. Los errores y las contradicciones en política exterior no se resuelven en el corto plazo, cualquiera fuera el nivel de la contraparte. Estos desaciertos pueden tardar años en evitar sus efectos negativos hacia nuestro país o no resolverse jamás. El pensamiento estratégico, las fases para su aplicación y sus actividades relacionadas para cada caso requieren profesionalismo, conocimiento y experiencia en absolutamente todas las dimensiones de la política internacional y de la relación de esta con las prioridades y los objetivos del desarrollo argentino.
Por lo tanto, la selección, formación y capacitación de los funcionarios del SEN deben tenerse en cuenta si se pretende cumplir con el marco legal que lo ha creado y reglamentado. Es así que desde 1963 han pasado 58 promociones por el ISEN con un promedio de 25 ingresantes por año (por concurso) al SEN, a las cuales se agregan dos que egresarán en 2025 y 2026 respectivamente. Esta es la base de la selección, sustentada en los méritos, de la formación y de la capacitación a lo largo de toda la carrera diplomática (de un promedio de 35/40 años) para cumplir con los requisitos del profesionalismo que hace a los servidores públicos, a la función publica y a su administración.
Los funcionarios diplomáticos del SEN desde entonces han servido en el exterior y en el país y contribuido a la ejecución de la política exterior argentina, incluidos quienes han sido destacados por cargos de conducción en organismos internacionales o por su actuación relevante en la política exterior argentina.
Esta memoria no solo se refleja en los archivos de la biblioteca del ISEN, sino también en el nombre del Auditorio del ISEN “Embajador Carlos Muñiz” como reconocimiento a su trayectoria e institucionalidad dada a la carrera diplomática; en las fotos de la promociones del ISEN y listados de sus egresados que están abiertos al público en la planta baja del ingreso al edificio del ISEN; y en el hall de ingreso de su tercer piso, donde están los retratos de quienes han sido sus directores desde su creación a la fecha, y de algunos relevantes funcionarios diplomáticos de carrera, que es necesario mostrar como ejemplo de un SEN profesional.
La historia institucional, el profesionalismo y el mérito, cuentan al momento de pensar y diseñar los instrumentos de la política exterior argentina.
Embajador (Cuerpo Permanente Pasivo del Servicio Exterior de la Nación) de la República Argentina, exdirector del ISEN y miembro del CARI




