
La educación no es prioridad en la Argentina
El fin de año no trae buenas noticias para la educación nacional: los resultados de aprendizaje de estudiantes se han deteriorado, más del 80% de quienes alcanzan el último año del sistema obligatorio no aprenden los conocimientos mínimos y las brechas entre niveles socioeconómicos siguen ampliándose. Estos son algunos de los datos que surgen de las pruebas Aprender realizadas de 2016 a 2023, y que fueron presentados recientemente en forma consolidada por Educar 2050 en el XVII Foro Anual de Calidad Educativa.
El documento, titulado “Qué aprendimos de Aprender”, analiza la historia de todos los datos de las pruebas mencionadas en las 24 jurisdicciones del país y actualiza trabajos previos del profesor de Harvard Alejandro Ganimian, y destaca tres desafíos urgentes: los estudiantes no están adquiriendo los aprendizajes esenciales, este problema continúa agravándose y las deficiencias podrían ser aún peores.
Uno de los puntos más preocupantes es el desempeño en matemática. Según el informe, 8 de cada 10 estudiantes del último año del secundario no alcanzan niveles satisfactorios mínimos. Este dato, agravado por la pandemia pero precedente a ella, refleja un sistema incapaz de garantizar competencias claves para la vida adulta. A pesar de su gravedad, la situación no ha recibido la atención necesaria por parte de los gobiernos ni de la sociedad, perpetuando desigualdades y limitando oportunidades para millones de jóvenes. El segundo desafío es el aumento de la brecha entre sectores más favorecidos y los que lo son menos, que alcanza hasta 36 puntos porcentuales de diferencia. Esto muestra que la escuela no está pudiendo vencer el “efecto cuna”, que condena el futuro de millones de niños y devalúa el poder de la educación como motor de equidad y progreso (que sí existe en países vecinos). El tercer aspecto preocupante es la discrepancia entre los resultados de las pruebas nacionales y los de evaluaciones internacionales (PISA y ERCE), donde los resultados de la Argentina son bastante peores que los de nuestras Aprender, lo que podría subestimar la magnitud de nuestros problemas educativos.
Estos tres temas son solo algunos de los hallazgos reportados en el informe. ¿Qué hacer frente a esta dura realidad? El documento explica que los datos exigen acciones decididas para aumentar la cobertura en secundaria (que es solo del 69%), revisar los estándares nacionales para alinearlos con competencias internacionales, invertir en las escuelas más vulnerables y sus docentes, para cerrar brechas socioeconómicas, y fortalecer las estrategias de enseñanza de matemática y lengua con métodos probados con evidencia rigurosa, fundamental para el desarrollo eficaz e integral de los estudiantes. Pero quizá lo más relevante de este informe sea que es un llamado de atención contundente. Que los datos indiquen que más del 80% de los estudiantes del último año de secundaria no alcancen los conocimientos mínimos para la vida adulta muestra una Argentina hipócrita, que convive con una ley que define a la educación como prioridad pero que, en los hechos, dista absolutamente de serlo. ¿Será una prioridad en el futuro? El proyecto de suspensión de la inversión obligatoria en educación que propicia el Poder Ejecutivo Nacional no es un dato alentador. ¿Entendemos el incremento del verdadero riesgo país que esto supone? Que sea una prioridad real depende de que la ciudadanía lo reclame. La pregunta más cruel es: ¿a la sociedad le importa?
Presidente de Educar 2050
