Los mil ojos de la noche
BUENOS AIRES.- Los conserjes de hotel se parecen bastante a los fotógrafos: nadie los mira, pero ellos pueden ver todo y recordarlo o registrarlo. Por más neones que distorsionen el ambiente, el portero de noche se confunde con las sombras. Ya lo dijo el poeta inglés Francis William Bourdillon: "The night has a thousand eyes/ And the day but one" (La noche tiene mil ojos, y el día solo uno). Por eso, los dos -fotógrafos y conserjes- son seres peligrosos: no les prestamos atención, sin darnos cuenta de que estamos a su merced. Pero ¿qué pasa cuando esas dos fuerzas se enfrentan? ¿Qué pasa cuando el fotógrafo corre el telón del conserje, protegido en su luz cenital y poderoso con su arsenal de secretos? El lente logra la emboscada perfecta y el disparador abre el pasajero haz de luz que vuelve necesaria la contingencia: ahí está el cazador cazado.
Edición fotográfica de Dante Cosenza