Narcotráfico: no alcanza solo con la Justicia
Esta semana en la Cámara de Diputados se sancionó un proyecto de ley para fortalecer la justicia federal en Santa Fe. En el mediano plazo se activarán 27 fiscales federales, quince de ellos, en Rosario; nueve defensores; seis jueces de garantías; y seis magistrados con funciones de revisión, entre otras cosas, con el fin de poder avanzar -con mayor rapidez- con las causas penales para combatir el complejo escenario de asesinatos y narcotráfico que se vive en mi provincia.
Está claro que la escasa estructura de la justicia federal es un gran obstáculo para investigar los delitos cometidos por las bandas narcocriminales, por eso celebro el trabajo y el consenso alcanzado con los bloques de las diferentes fuerzas políticas en el Congreso. Sin embargo, esto no es suficiente.
Todos sabemos que la situación es dramática, pero poco se habla del pésimo diagnóstico que se hace de lo que estamos viviendo. Necesitamos, por un lado, hablar más de consumo, del problema de salud pública que representa, de prevención, de reinserción y de políticas a favor de la cultura, la educación y el deporte. Pero también es importante recordar los tres puntos sobre los que se reproduce el narcotráfico: la hidrovía -esa autopista por donde ingresan y salen las sustancias ilegales-, las cuevas financieras de lavado en el centro y macrocentro de Rosario y el despliegue territorial donde pueden actuar fuerzas federales, pero que es también de incumbencia local.
Hoy un análisis criminal demuestra que la violencia es cada vez más extrema, que los espacios donde se hallan las víctimas se han extendido y ya no están en la periferia sino en toda la ciudad, que el segmento etario de los criminales es cada vez menor y que se ve una precariedad del accionar de las bandas. Esto es sumamente preocupante, una persona caminando balea desde una comisaría hasta el Palacio de Justicia con total impunidad.
Es por eso que hay siete cuestiones básicas que deberían llevarse adelante de manera urgente para morigerar este escenario. Primero, sitiar Rosario con las fuerzas federales. Hay que derribar la lógica política del gobierno nacional que inunda el conurbano bonaerense -su principal base electoral- con 70 mil hombres y mujeres uniformados y deja abandonada a nuestra ciudad. Segundo, adherir a la ley de narcomenudeo, no hay fundamentos para demorar esta acción. Tercero, reformar el código procesal penal para terminar con la puerta giratoria. El 83 por ciento de los delitos son cometidos por reincidentes. Cuarto, restituir los prisioneros santafesinos de las cárceles federales a las santafesinas. Somos nosotros los que nos tenemos que hacer cargo de nuestros criminales para tener su custodia y evitar delitos cometidos desde prisión. Quinto, volver a implantar un sistema de pabellones de alto perfil para mantener aislados a los más peligrosos y la cárcel industria donde se implemente un estricto esquema de trabajo. Sexto, eliminar el autogobierno policial que propone el kirchnerismo en toda la provincia.
Y, por último, la séptima cuestión, la más importante, terminar con la concepción ideológica corrosiva que existe hoy. Hay dos modelos de país, nosotros queremos que los criminales estén tras las rejas mientras que el gobierno nacional los transforma en víctimas de esta sociedad.
Si trabajamos en esta línea vamos a hacer de Rosario una ciudad digna de ser vivida donde todos puedan crecer, desarrollarse y compartir en paz y en libertad. Esta es una empresa que hay que hacer con actitud, carácter y mucha determinación pero, principalmente, con ejemplaridad ética y mucha honradez.
Diputado Nacional por el Pro Santa Fe